Las grandes eléctricas lanzan una consulta pública para regular el acceso flexible de demanda a las redes de distribución

Las principales compañías del sector eléctrico español han lanzado una consulta pública con el objetivo de recoger aportaciones y observaciones sobre una nueva propuesta normativa que busca regular el acceso flexible de instalaciones de demanda eléctrica a las redes de distribución. Esta iniciativa, promovida por la Aelec —que representa a las grandes distribuidoras eléctricas del país— en colaboración con CIDE (Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica), ASEME (Asociación de Empresas Eléctricas) y UFD (la distribuidora eléctrica del Grupo Naturgy), responde a lo establecido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su Circular 1/2024, de 27 de septiembre.

La propuesta técnica objeto de consulta, titulada “Especificaciones de detalle para la determinación de la capacidad de acceso de demanda flexible a las redes de distribución bajo permisos de acceso flexible Tipo 0 y Tipo 1”, constituye un paso relevante hacia la modernización del sistema eléctrico español, ya que busca habilitar nuevas modalidades de conexión adaptadas a un contexto energético cada vez más descentralizado, digitalizado y exigente en términos de eficiencia y sostenibilidad.

El documento detalla las condiciones que deben cumplir las instalaciones interesadas en acogerse a los llamados permisos de acceso flexible tipo 0 y tipo 1. Estas nuevas figuras pretenden facilitar la integración de nuevos consumidores eléctricos —como centros de datos, industrias electrificadas, flotas de vehículos eléctricos o instalaciones de almacenamiento— sin comprometer la seguridad del suministro ni la estabilidad de las redes, especialmente en situaciones de saturación o contingencia operativa.

Patrones de consumo fijo

En el caso del permiso de acceso flexible tipo 0, el modelo propuesto se basa en la definición de patrones de consumo fijo. Las instalaciones que opten por esta modalidad deberán ajustarse a unos horarios predefinidos —entre la medianoche y las 7:59 de la mañana, y entre las 11:00 y las 17:59— durante los cuales podrán absorber energía de la red. Fuera de esas franjas, el consumo queda restringido salvo en casos muy concretos, como el uso de servicios auxiliares, siempre que no se haya producido una desconexión por incumplimiento.

Estas instalaciones deberán contar, además, con mecanismos de medición en tiempo real, sistemas de control automatizado y dispositivos de desconexión remota para garantizar el cumplimiento estricto del patrón establecido. En caso de incumplimiento, la instalación podrá ser desconectada sin previo aviso y no podrá reconectarse hasta garantizar que se respetarán de nuevo los parámetros acordados.

Por su parte, el permiso tipo 1 contempla situaciones en las que la instalación de demanda solo pueda mantenerse conectada mientras no se produzca la indisponibilidad de ciertos elementos críticos de la red. Este modelo se orienta a instalaciones conectadas a tensiones superiores a 36 kV y cuya conexión se realiza mediante una posición dedicada en subestación.

Aunque pueden operar con normalidad durante la mayor parte del año, su acceso podría verse restringido, hasta un máximo estimado del 10% de las horas anuales, cuando se prevea o se produzca una saturación de la red, bien por causas operativas o por la indisponibilidad de algún componente esencial. Estas instalaciones también deberán disponer de equipos de desconexión remota y protocolos de operación conjuntos con el gestor de red, además de enviar datos de funcionamiento en tiempo real para permitir una supervisión continua.

Flexibilidad y eficiencia

Ambos tipos de permisos excluyen expresamente a aquellos suministros que, por su naturaleza crítica, requieren garantía permanente de acceso, como hospitales, servicios de emergencia, instalaciones con suministros de seguridad o proyectos urbanísticos que deban cumplir con grados mínimos de electrificación. De igual forma, se establece que en un mismo punto de conexión no se podrán otorgar capacidades firmes y flexibles simultáneamente, ni combinar distintos tipos de acceso flexible.

Con esta propuesta, las eléctricas apuntan a dotar de mayor flexibilidad y eficiencia al sistema eléctrico, favoreciendo la integración de nuevas formas de consumo sin necesidad de reforzar las redes a gran escala. Se trata de un paso técnico clave en la transición hacia un modelo energético más dinámico y descentralizado, que reconoce el papel activo de los consumidores y el valor estratégico de la demanda gestionable para el equilibrio del sistema.

El proceso de consulta pública, que comenzó el pasado 18 de julio y permanecerá abierto hasta el 22 de agosto, está dirigido a todos los agentes del sector eléctrico, desde operadores hasta consumidores, pasando por empresas tecnológicas, administraciones públicas y asociaciones sectoriales. La información recopilada a través de esta consulta no solo servirá para enriquecer el documento técnico, sino que permitirá elaborar una propuesta definitiva que será presentada a la CNMC para su aprobación formal.