Los problemas de suministro energético en China, que se han traducido en políticas de racionamiento en importantes polos industriales del país, podrían prolongarse hasta marzo de 2022, según pronósticos de la Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) en el país asiático.
El presidente de la institución, Jörg Wuttke, pronosticó en un encuentro con medios que la situación seguirá siendo "desalentadora" debido a esta escasez de energía, que ha llegado a provocar apagones en zonas residenciales de algunas regiones nororientales del país.
La escasez, explicó el representante de las empresas europeas, se debe a factores ambientales como las inundaciones -que obligaron a cerrar minas hulleras en importantes zonas productoras de carbón- o a otros "autoinfligidos" como los límites gubernamentales a la fluctuación de los precios eléctricos o precisamente a que "se cerraron demasiadas minas de carbón" en el marco de una campaña para garantizar su seguridad y reducir el número de accidentes.
Por el momento, la Cámara no cuenta con un mecanismo que le permita hacer un seguimiento diario de la situación de las empresas que la componen, por lo que todavía no hay una estimación de cuál será el coste económico para las firmas afectadas.
La Cámara de la UE se mantiene en contacto con el Gobierno chino, que, según Wuttke, "verdaderamente está intentando garantizar que las cadenas de suministro se mantengan estables".
Entre otras medidas, las autoridades ampliaron los márgenes de subida del precio de la luz generada con carbón -material que escasea y con el que se genera el 70 % de la electricidad consumida en el país- y directamente los eliminaron para las compañías que consumen más energía.
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