El sector energético ha reclamado una "buena colaboración público-privada" para poder abordar el esfuerzo inversor necesario para alcanzar los objetivos de la transición energética, aprovechando, además, la ventaja con que parte la Península Ibérica para "las moléculas verdes" y generar una industria.
En el Foro Step Up Now 'Acciones para liderar la industrialización y transición energética desde la Península', promovido por la Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI) liderada por McKinsey y las principales empresas españolas y portuguesas, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, defendió esa necesidad de que lo público y lo privado vayan de la mano, pero en el sentido de que el primero "facilite" el marco y el contexto necesario para atraer la inversión y el segundo "haga" ese esfuerzo inversor.
A este respecto, subrayó el ejecutivo de Naturgy que si no se cuenta con ese marco necesario, que garantice los principios de rentabilidad razonable y seguridad jurídica, para atraer la inversión, al final el capital decidirá "dónde localizarse" y "qué proyectos priorizar sobre otros".
Por su parte, el consejero delegado de Moeve, Maarten Wetselaar, destacó la "ventaja" que representan para España y Portugal las renovables en la carrera por la descarbonización y la "buena noticia" que suponen para las "moléculas verdes".
No obstante, advirtió de que el sector de las moléculas verdes necesita "más apoyo y regulación" para poder ir tomando "su posición en el mundo", ya que indicó que el petróleo y es el gas natural seguirán "mucho tiempo" en Europa, pero la competitividad en el Viejo Continente pasa por apostar por ellas.
"Para crear competitividad tenemos que convertirnos en líderes en moléculas verdes. Donde sí que tenemos una ventaja competitiva y así podemos crear una industria nueva", dijo.
Combustibles renovables
En este mismo sentido, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, consideró la necesidad de hacer una "apuesta en serio política" por la molécula verde en Europa y España, ya el país cuenta con "una oportunidad muy grande" y para que su impulso sea una realidad es necesario que cuente con "escala".
"Necesitamos confianza de los reguladores y de Europa en términos políticos para apostar por estos combustibles renovables", indicó, defendiendo que un coche diésel emite menos CO2 que un coche eléctrico contando toda su cadena, y, sin embargo, a uno se le penaliza y tiene una fiscalidad distinta del otro.









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