Las grandes compañías eléctricas y operadores se preparan para acudir a la subasta eólica que se celebrará a finales de noviembre, con la que el Gobierno pondrá fin a la 'moratoria verde' instaurada a comienzos de 2012.
Empresas de la talla de Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Enel Green Power o Viesgo están "analizando" la presentación de sus ofertas para los 500 megavatios (MW) de energía eólica que el Ejecutivo pondrá en juego, indicaron a Europa Press en fuentes del sector.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya aseguró en la reciente presentación de resultados del tercer trimestre que la compañía se encuentra analizando el real decreto con la convocatoria de estos 500 MW de potencia eólica, que creará "nuevas oportunidades" para esta actividad.
Por su parte, Gas Natural Fenosa también analiza acudir a una subasta que le permitiría crecer en una actividad de renovables en la que cuenta actualmente con una potencia instalada de más de 900 MW, de los cuales más de 750 MW corresponden a tecnología eólica. Además, el grupo adquirió este año la firma de renovables Gecalsa, que opera 10 parques eólicos.
Enel Green Power también está valorando sus opciones de cara a la subasta, al tiempo que otras energéticas como EDP Renovaveis u operadores como Acciona se mantienen a la expectativa antes de decidir si acudirán o no.
El operador del mercado y encargado de la subasta, Omel, celebró la semana pasada una reunión informativa en la que explicó que el periodo de alegaciones está abierto hasta este miércoles, día 11 de noviembre, el mismo día en que previsiblemente el Ministerio de Industria publicará una resolución con los detalles finales.
El 26 de noviembre es la fecha fijada por el Gobierno para la puja, en la que, aparte de los 500 MW eólicos, también se licitarán otros 200 MW de biomasa. Omel advirtió a los participantes en la reunión de que la fecha puede cambiar en función de la marcha del proceso.
Megavatios en autonomías
Las fuentes del sector indican a Europa Press que la subasta será previsiblemente un éxito porque hay cerca de 10.000 MW asignados en los distintos concurso autonómicos que, tras la 'moratoria verde', se encuentran paralizados y a la espera de su desarrollo.
Los promotores de estos proyectos, que ya tienen la ubicación asignada, llevan en algunos casos varios años pagando avales y con las máquinas en 'stock', por lo que están dispuestos a presentar ofertas muy competitivas. Muchos de ellos proceden de los concursos que en su momento convocaron Galicia, Aragón, Cantabria o Extremadura.
En concreto, hay 2.325 MW eólicos asignados en Galicia y no desarrollados, así como otros 1.336 MW en Cantabria y 1.151 MW en Aragón, así como otros 769 MW adjudicados en 2010 en Cataluña.
El previsible éxito de la subasta permitirá al departamento dirigido por José Manuel Soria cerrar una legislatura marcada por los recortes a las renovables con un guiño a las tecnologías 'verdes'.
No obstante, las empresas advierten de que el marco actual, con cambios de las condiciones retributivas cada seis años, dificulta la financiación de los proyectos y consideran que el Gobierno debe ser más ambicioso en las subastas si de verdad quiere cumplir el objetivo a 2020 de instalar otros 6.400 MW eólicos.
Más inversión de la esperada
El Gobierno calcula que las subastas pueden atraer inversiones para la construcción de las nuevas instalaciones por un valor máximo de 1.270 millones de euros, de los que 600 millones corresponden a la eólica y 670 millones a la biomasa.
En concreto, Industria reconocerá a cada uno de los 500 nuevos MW de eólica un valor estándar para la inversión inicial de 1,2 millones de euros, mientras que a cada unos de los 200 MW de biomasa se le asignará una inversión estándar de 3,35 millones de euros.
Como resultado de la subasta se obtendrá la potencia adjudicada a cada participante para cada tecnología, así como el porcentaje de reducción del valor estándar de la inversión inicial de la instalación tipo de referencia.
Así será la puja
Las ofertas de los interesados deberán consistir en propuestas a la baja con respecto a los 1,2 millones y 3,35 millones por MW reconocidos de partida para la eólica y la biomasa, respectivamente.
El procedimiento de la subasta será el de sobre cerrado y las ofertas que se presenten deberán consistir en un porcentaje de reducción con respecto a estas referencias.
La subasta será de tipo marginalista, de modo que una vez cubierto el cupo, la última oferta en casar marcará el precio para el conjunto de las adjudicadas.
En línea con el principio fijado en la reforma energética de que los procedimientos de este tipo no generen costes adicionales al sistema eléctrico, los adjudicatorios de la subasta deberán asumir los gastos del proceso, a razón de 0,17 céntimos por kilovatio (kW).
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