Portugal quiere que la contribución de las energías renovables al consumo eléctrico del país sea del 80 % en 2030, frente al 54 % registrado en 2015, según el nuevo Plan Nacional de Energía y Clima.
El ministro luso de Medio Ambiente, João Matos Fernandes, ha presentado el plan que prevé que la capacidad instalada de renovables pueda alcanzar hasta 28,8 gigavatios (GW) en 2030, más del doble de los 11,8 GW de 2015. La energía solar registraría el crecimiento más significativo y pasaría de los 0,5 GW de 2015 a los 9,9 GW de 2030.
La inversión prevista por el Gobierno socialista portugués para cumplir con estas metas se sitúa entre los 17.100 y los 18.700 millones de euros.
“La transición energética y la descarbonización de la economía constituyen oportunidades de crecimiento para la economía portuguesa”, dijo el ministro, que consideró que “tiene todo el sentido” debido a los activos naturales del país.
En 2030 el Ejecutivo luso espera reducir entre el 45% y el 55% las emisiones de gases con efecto invernadero respecto a 2005, lo que mejora la meta anterior de entre 30% y 40%.
Uno de los sectores en el que se centrará esta reducción es el del transporte, responsable del 24% de las emisiones de efecto invernadero. El plan “establece una meta para renovables en los transportes del 20 %, que en parte es respondida por un significativo aumento del consumo de electricidad en los transportes”, añadió el ministro.
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