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La energía ha sido, es y será la transformación, innovación, desarrollo y cambio económico y social del mundo entero. Desde el fuego hasta los bitcoins. La historia de la humanidad está marcada por la transformación energética en cada instante de su lustro que ha supuesto un antes y un después. Hoy nos encontramos de nuevo en la encrucijada de una nueva transformación energética que va a traer consigo cambios económicos y sociales. Podemos dejarnos arrastrar por estos cambios y no hacer nada o podemos liderar el nuevo ciclo y traer a nuestro país y a la Comunidad Valenciana un nuevo tiempo de riqueza y bienestar. De nosotros depende. De nadie más.

El panorama energético ha experimentado en los últimos años transformaciones notables, desiguales también entre comunidades autónomas. Hemos transitado hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles marcando un hito en la lucha contra el cambio climático o para los escépticos: promoviendo un futuro para las generaciones venideras basado en el respeto y la armonía de un presente más sostenible. Europa ha marcado el camino, ha puesto fondos a disposición y ha dejado abierta la puerta a nuevas oportunidades.

La carrera ha comenzado

España cuenta con las Comunidades Autónomas y las comunidades autónomas cuentan con el talento de sus gentes. Unas comunidades están más avanzadas que otras, unas creen en este nuevo modelo que puede traer riqueza y bienestar y otras como la valenciana viene de una travesía en el desierto en la que nos dábamos muchos golpes en el pecho por la sostenibilidad pero que a la hora de la verdad no se ha creído en este nuevo modelo basado en una colaboración público-privada efectiva y eficaz.

La mitad del gobierno valenciano sólo quería placas solares en las terrazas y tejados de los particulares y edificios públicos y la otra mitad, miraba hacia otro lado. Unos por otros la Comunitat Valenciana se encuentra en una encrucijada, en un momento delicado y crucial. Hemos tenido muchas sombras y escasas luces, tenemos la oportunidad y estamos a tiempo de darle la vuelta a esta situación.

Punto de partida

Lo primero de todo es necesario conocer el punto de partida en el que nos encontramos sobre la producción eléctrica en la Comunidad Valenciana. Para ello contamos con el reciente Informe del sistema eléctrico español 2022 ha revelado datos cuanto menos sorprendentes.

El 66% de la producción eléctrica en la Comunitat Valenciana en 2022 provino de fuentes de energía que no emiten dióxido de carbono (CO~2~) equivalente, es decir, generación libre de emisiones de gases de efecto invernadero.

La energía nuclear continuó siendo una fuente esencial de generación, representando el 43,9% del total y experimentando un aumento del 3,2% en comparación con el año anterior esto destaca la importancia de mantener una combinación de fuentes de energía, incluyendo la nuclear, en la transición hacia la sostenibilidad.

Un aspecto especialmente significativo es el aumento de la capacidad de producción de energía solar fotovoltaica en un 2,9% durante 2022. En la actualidad, el 28,5% de la capacidad de generación en la Comunidad Valenciana es de origen renovable, aunque seguimos lejos de los números del conjunto de España dónde las energías renovables representaron más del 42% de la estructura de generación.

La demanda eléctrica de la Comunidad Valenciana representó el 10,8% del total en España durante 2022, lo que demuestra el papel significativo de la Comunidad Valenciana en la matriz energética nacional.

Contamos por tanto con elementos y cifras interesantes, con una base sólida y con muchas posibilidades de crecimiento. Pero, en especial contamos en la Comunidad Valenciana con un sector energético formado y preparado y con ganas de demostrar que el talento existe y que queremos y podemos ser líderes. Un liderazgo que a día de hoy suena a quimera ya que la realidad nos dice que…

Según datos de Red Eléctrica de España (REE) con fecha de marzo de 2023, la generación de energía renovable en España por comunidades autónomas muestra que la Comunidad Valenciana ocupamos un modesto octavo lugar en esta lista. Con solo un 3,4% de participación en la potencia renovable total del país.

En nuestro país, la aportación de energía renovable se encuentra condicionada por la potencia instalada y por supuesto por las condiciones climatológicas de cada año, dicha generación de energía renovable en España por comunidades autónomas con fecha del Marzo 2023, la participación de la potencia renovable en cada CC.AA sobre el total nacional fue la siguiente:

Castilla y León (17,8%)

Castilla La Mancha (14%)

Andalucía (13,9%)

Extremadura (12,1%)

Aragón (11,7%)

Galicia (11%) ****

Cataluña (5,3%)

Comunidad Valenciana (3,4%)

Navarra (2,6%)

Murcia (2,4%)

Asturias (2,3%)

Islas Canarias (1,1%)

La Rioja (0,9%)

País Vasco (0,7%)

Islas Baleares (0,2%)

Madrid /0,3%)

Cantabria (0,2%)

Un ranking avergonzante si tenemos en cuenta que en la Comunidad Valenciana hemos hecho bandera de las energías renovables, hemos lanzado al mundo el mensaje de que en energía verde no nos ganaba nadie. Hemos hasta aprobado regulaciones express para agilizar proyectos como el DECRETO LEY 1/2022 en respuesta a la emergencia energética y económica, y sin embargo la realidad es como afirmaba con dolor, avergonzante. La Comunitat Valenciana no ha otorgado ni una sola autorización para proyectos de energía solar, a pesar de recibir una avalancha de propuestas, aproximadamente 300 proyectos que permanecen en el limbo administrativo.

Este obstáculo de la administración está teniendo un impacto significativo en el sector de las energías renovables y en la economía en general de la Comunidad Valenciana. Sin embargo nos deja en positiva evidencia que el sector quiere avanzar, que esta preparado y dispuesto a convertir el nuevo modelo energético en motor de la economía.

¿Quiere la Comunidad Valenciana recoger el guante que le ha lanzado el sector energético?, ¿Quiere que se genere una nueva industria alrededor de la energía? ¿Quiere generar riqueza y empleo de calidad? Son preguntas que vienen condicionadas por una realidad que ya hemos mencionado anteriormente, este cambio de modelo energético se va a producir si o si. Hemos perdido ya algún tren, pero estamos a tiempo, tenemos la capacidad y la fuerza para conseguirlo.

Hace escasas fechas el Parlamento Europeo, en línea con el Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU, concretamente el pasado 12 de Septiembre votó a favor de impulsar la implantación de energías renovables. Esta iniciativa se ha materializado en una actualización de la Directiva sobre fuentes de energía renovables, la cual ha sido consensuada entre los eurodiputados y el Consejo.

Uno de los aspectos más destacados de esta actualización es el objetivo ambicioso de elevar la cuota de energías renovables en el consumo final de energía de la Unión Europea al 42,5% para el año 2030, con la aspiración de llegar al 45%. Este compromiso refleja la urgencia de abordar la crisis climática y de avanzar hacia una independencia energética más sólida.

Sin embargo, este ambicioso plan se enfrenta a desafíos significativos en algunos países miembros, particularmente en España y en especial en la Comunidad Valenciana. La situación es preocupante, ya que ha experimentado una falta de progreso en la implantación de energías renovables, como hemos visto anteriormente. Las cifras son alarmantes, esto representa una parálisis preocupante en un momento en que la transición hacia las energías renovables es esencial.

Uno de los obstáculos que ha contribuido a esta situación es la dependencia de China en la fabricación de paneles solares. A pesar de los esfuerzos por diversificar las fuentes de suministro, esta dependencia aún plantea riesgos considerables en términos de relaciones diplomáticas y comerciales, pero dónde hay una dificultad también hay una oportunidad.

La Unión Europea se enfrenta a múltiples desafíos en su camino hacia una transición energética exitosa. La reindustrialización es uno de estos desafíos que aún no se ha materializado por completo, concretamente en la Comunidad Valenciana, el papel crucial de la energía en todos los aspectos de la sociedad es innegable, y quien pase por alto esta evidencia está desconectado de la realidad.

En un mundo donde la energía se erige como la columna vertebral de la industria, los servicios y el bienestar de la población, es imperativo que abordemos esta cuestión con la seriedad que merece. La dependencia excesiva de recursos energéticos importados, junto con los actuales y futuros aumentos en los precios del gas y el petróleo, representa un desafío para nuestra economía y competitividad. Además, impacta negativamente en las familias al disminuir su renta disponible, contribuyendo a lo que conocemos como pobreza energética.

La gran oportunidad de la Comunidad Valenciana

A mi entender la Comunidad Valenciana ha carecido de un plan bien definido sobre el nuevo modelo energético, las oportunidades que brinda a nivel social y económico y su impacto para garantizar un futuro de prosperidad en un presente de calidad. Hemos caminado sin rumbo fijo.

Establezcamos prioridades reales, trabajemos con el sector energético, con su capacidad de innovación y desarrollo como un catalizador de la transformación que está por llegar. Contamos con todos los ingredientes necesarios, desde el conocimiento hasta la infraestructura industrial. Generemos por tanto industria, una industria tecnológica.

La reindustrialización basada en la generación de tecnologías relacionadas con las energías renovables debe ser la hoja de ruta. No se trata solo de implementar grandes proyectos de energía solar o eólica, sino de establecer una industria energética sólida que fabrique tecnología de vanguardia. La Comunidad Valenciana tiene una oportunidad única para convertirse en un líder en la investigación, innovación y fabricación de tecnologías de generación de energía renovable, contribuyendo no solo a su propio futuro, sino al de toda España.

Para lograrlo, necesitamos un pacto de Estado sobre la energía que promueva una verdadera reforma energética a largo plazo y fomente la colaboración entre actores políticos, reguladores y la industria

Es hora de creer en nosotros mismos, dejar atrás los temores y lanzarnos a conquistar un mercado que está al alcance de nuestras manos, un mercado que anhela un liderazgo capaz de dar forma a un futuro energético y sostenible.

Pacto energético - la colaboración-público privada

Cómo hemos visto y nos ha demostrado a lo largo de estos últimos años el sector energético en la Comunidad Valenciana es el que está preparado para trabajar y dar lo mejor de si mismos. En el momento de saber si la nueva administración autonómica está dispuesta a impulsar este liderazgo.

El primer escollo son los más de 300 proyectos bloqueados en un limbo administrativo. En respuesta a este problema, el compromiso del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha sido el de poner en marcha un plan de choque para "relanzar las autorizaciones de los expedientes de energías renovables, sin ideologías y con sentido común", es un paso en la dirección correcta. Es crucial eliminar las barreras burocráticas y garantizar que la transición hacia las energías renovables sea lo más fluida posible, pero realmente vamos a ver a que se enfrenta las palabras del Presidente de Generalitat Valenciana.

La Comunidad Valenciana se encuentra inmersa en un problema que afecta no solo a ella, sino a toda España: la sobrerregulación. Cada vez se escucha con más frecuencia la palabra "burocracia" en el sector energético, y no es para menos. En España, se publican alrededor de 900 leyes al año, lo que representa aproximadamente 960,000 páginas de regulación anualmente. Esta abrumadora cantidad de normativas no solo genera confusión, sino que también obstaculiza el desarrollo económico y la inversión en la Comunitat Valenciana.

El exceso de regulación no es un problema exclusivo de la Comunidad Valenciana, pero su impacto aquí es particularmente evidente. Cada año, la Generalitat Valenciana enfrenta una montaña de proyectos de instalación de energías renovables que quedan estancados debido a la burocracia y la falta de tramitación de licencias. En un momento en el que la transición hacia las energías renovables es esencial para combatir el cambio climático y garantizar la independencia energética, esta situación es desalentadora.

Esta complejidad burocrática afecta negativamente la creación de empresas, la inversión en investigación y desarrollo, la generación de empleo y, en última instancia, la calidad de vida de los ciudadanos valencianos. Es crucial reconocer que la sobrerregulación no solo es un problema de cantidad, sino también de calidad. Las leyes a menudo se superponen y contradicen entre sí, lo que crea confusión y obstáculos para la sociedad y las empresas.

En esta era digital, la simplificación de trámites administrativos y la reducción del exceso normativo son esenciales para impulsar la eficiencia y la competitividad de la Comunidad Valenciana. El enfoque debe ser claro: menos regulación, pero regulación efectiva y coherente. Solo de esta manera se podrá liberar a la Comunitat Valenciana de la losa de la burocracia y permitir que florezcan la innovación y la inversión en energías renovables y otros sectores clave. La sobrerregulación no solo perjudica la economía, sino que también limita las oportunidades y el progreso en la Comunidad Valenciana. Es hora de actuar y liberar a esta región del peso de la burocracia excesiva.

Para que este marco regulatorio funcione de manera efectiva, es esencial que se base en un proceso de consulta y colaboración con expertos de la industria y las partes interesadas. Esto garantizará que las regulaciones sean adecuadas, justas y alineadas con las necesidades reales de cada sector energético.

Establecer un marco regulatorio claro y específico para cada tecnología de generación energética es la clave para superar la sobrerregulación en la Comunidad Valenciana. Esta medida no solo simplificará la burocracia, sino que también fomentará la inversión, la innovación y el crecimiento económico en la región.

Es el momento de liderazgos, en el momento de liderar el presente para garantizar el futuro. Es el momento de un gran pacto por la energía no sólo en España sino también un gran pacto por la energía en la Comunidad Valenciana con todos los agentes implicados. Yo creo en un futuro prometedor pero necesitamos valentía y liderazgo en este día a día del presente.

José Luis Bernal es director general del Instituto Tecnológico de la Energía y Recursos Hídricos (ITERH).

2 comentarios

  • galan

    02/10/2023

    José Luis, mejor no se puede explicar.

    Creo que en España tendriamos que copiar el sistema que tiene el gobierno aleman.
    Todas las renovables son importantes, pero la fotovoltaica en autoconsumo, creo que va a ser la energia electrica del futuro.

    Hay dejo lo que hace el gobierno aleman para fomentar el autoconsumo, en un pais que tiene la mitad de horas solares que nosotros.
    Alemania paga hasta 10.000 euros para instalación de puntos de carga, paneles solares y almacenamiento para propietarios de vehículos eléctricos.
    Falta que los vehiculos electricos tengan carga bidireccional, un dato que en el futuro tendra mucha importancia.

    José Luis, vamos a tener que trabajar mucho, "para sobre todo convencer" de que las renovables, son el futuro, y que hay que apostar por ellas.
  • Israel ivars vicens

    10/10/2023

    José Luis, el autor de artículo, muestra tener un conocimiento preciso y exacto de la situación energética de la comunidad Valenciana. En la comunidad Valenciana se precisa de verdaderos expertos en energías renovables en las instituciones públicas.

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