La Asociación Mundial de la Energía Eólica (WWEA) ha publicado hace unos días su último Balance Eólico Global, según el cual, a 30 de junio de 2015 había ya 392.927 megavatios de potencia eólica instalada en todo el mundo. El parque eólico global ha añadido 21.678 MW en los primeros seis meses de este año, un dato que supone un aumento del 16,8% sobre los 17.600 megavatios en que aumentó el mercado global en el primer semestre de 2014.
Según los datos que obran en poder de la WWEA, la producción de todas las turbinas eólicas instaladas en el mundo cubre, aproximadamente, el 4% de la demanda mundial de electricidad. Las previsiones para los próximos seis meses, además, son optimistas: según el secretario general de WWEA, Stefan Gsänger, "el mercado mundial para la energía eólica está eclosionando como nunca antes, y esperamos batir una nueva marca histórica de potencia instalada al cierre de este ejercicio".
De ese total, la eólica offshore es una gota en el océano del sector: 9.000 megavatios, de los que 1.480 MW fueron instalados en 2014. Los costes de esta tecnología, aunque mejoran, siguen siendo todavía altos en comparación con los de su hermana terrestre, que genera energía eléctrica a los precios más competitivos entre todas las tecnologías, convencionales y no convencionales, según los últimos datos ofrecidos por el banco de inversión Lazard, lo que está dificultando su desarrollo, que ha experimentado una cierta ralentización en el último año, en el que fueron instalados mar adentro 1.480 megavatios (MW), casi quinientos menos que en 2013.
A pesar de esa ralentización del crecimiento de la eólica marina, la industria sigue desarrollando turbinas, cada vez más grandes, y asimismo para aguas cada vez más profundas. Según WWEA, antes de 2020 ya habrá funcionando prototipos de hasta 10 megavatios. Hasta la fecha ya son trece los países que cuentan con parques eólicos marinos, de los que once son europeos y dos, asiáticos. Solo tres países sumaron megavatios eólicos marinos en 2014: el Reino Unido, Bélgica y Alemania.
¿Y quiénes son los fabricantes que dominan este mercado? La clasificación varía ligeramente según la fuente que se utilice. Aquí se pueden ver las realizadas por las consultoras Make Consulting y BTM Navigant. (Ver clasificaciones). Décimas arriba o abajo, los nombres son los mismos. Los diez mayores fabricantes del mundo aglutinan más de 270 gigavatios de potencia instalada, lo que supone prácticamente las tres cuartas partes del parque eólico mundial.
En las clasificaciones lo primero que se observa es la caída de los fabricantes chinos Envision y XEMC, que pierden puestos a favor de la pionera en eólica marina, Senvion, y la especialista en turbinas para vientos suaves Nordex. Algunas, como la danesa Vestas y la alemana Enercom son jugadores de eólica puros. Para otros, sin embargo, el negocio eólico supone una pequeña parte de grandes conglomerados industriales, como es el caso de Siemens y General Electric (GE).
La mayoría de los analistas consideran que el mayor fabricante de aerogeneradores eólicos del mundo es Vestas Wind Systems, pero la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA), que acaba de publicar un informe con motivo de la feria anual de la EWEA celebrada en París, se inclina más por el ranking de Make, que reproducimos, ya que incorpora las distribución del nuevo negocio realizado en 2014 por áreas geográficas.
En cualquier caso, Vestas Wind Systems ha anunciado hace escasa fechas sus resultados hasta septiembre y no pueden ser mejores. Vesta ganó 387 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 95% más que en el mismo período de 2014 gracias, entre otras cosas, a un aumento de su cartera de pedidos superior al 50%. La compañía facturó por valor de 5.388 millones, lo que supone una subida del 21%, y la potencia instalada en ese período pasó de 3.815 a 4.806 megavatios.
Los fabricantes de aerogeneradores europeos como Nordex y Gamesa Corporación también están viendo crecer sus pedidos como consecuencia de las políticas favorables a las energías limpias que, como ha ocurrido con la decisión final del plan de energía limpia de Estados Unidos, publicado el pasado 3 de agosto, “premia a los estados de EEUU para que jubilen los combustibles fósiles y construyan instalaciones renovables”.
La cartera de pedidos de Gamesa, en concreto, ha superado ya los 3.000 MW, cantidad un 50% superior a la que tenía hace un año. Gamesa registra mejoras significativas en las ventas, la rentabilidad, el beneficio neto y el balance en los nueve primeros meses del año, alineadas con el Plan de Negocio 2015-2017. Así, entre enero y septiembre, el beneficio neto de la compañía se duplicó hasta 126 millones de euros, impulsado por el aumento de las ventas y de la rentabilidad. Las ventas, por su parte, aumentaron un 30,4%, hasta 2.533 millones, impulsadas por el fuerte crecimiento de los ingresos de aerogeneradores (+35%), como consecuencia de una mayor actividad, que se situó en 2.301 MWe, un 26% más, encadenando ocho trimestres de crecimiento de doble dígito. Por su parte, las ventas de servicios de operación y mantenimiento en el periodo fueron de 345 millones, un 7% más.
Gamesa ha visto sus acciones subir un 90% este año, seguido de cerca por Vestas y Nordex. Y es que los proyectos eólicos, la fuente más barata entre las energías renovables, siguen creciendo en la mayoría de los mercados, a excepción hecha de España. De hecho, según los pronósticos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), crecerán un 25% en 2015 hasta alcanzar una capacidad instalada récord de 60GW.
Samuel valle
27/11/2015