Desde hace más de 30 años la compañía energética Shell organiza una competición muy singular, la Shell Eco-marathon Europe, donde alrededor de 150 equipos de 24 países europeos y dos del norte de África participan en una carrera en la que no gana el más rápido sino el más eficiente.
La cita este año han sido los días 5, 6, 7 y 8 de julio en el Queen Elizabeth Olympic Park de Londres. Nueve equipos de institutos de formación y universidades españolas han puesto a prueba sus habilidades de ingeniería y diseño, dentro de las dos categorías en las que compiten, Prototipo y UrbanConcept, cada uno dividido a su vez según combustible: gasolina, etanol, hidrógeno y de batería eléctrica.
Y precisamente en esta última categoría, prototipos eléctricos, los ganadores han sido los estudiantes del IES Cotes Baixes de Alicante. También han quedado entre los primeros puestos, dentro de la categoría de gasolina, el instituto de secundaria Leonardo da Vinci de Alicante y el Instituto de Diseño y Fabricación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Hasta el momento, el récord ha sido recorrer 3.771 kilómetros con un litro de gasolina, equivalente a conducir desde Londres a Helsinki y volver. En el caso del ganador de este año, el Lycee Saint-Joseph La Joliverie de Francia, ha conseguido hacer 2.324****km con un litro, y el primer español del ránking, I.E.S Leonardo Da Vinci, 850 km/l. En el caso de los eléctricos, los alicantinos de Cotes Baixes han conseguido 742km con un kWh.
Pero el evento es todo un festival lleno de actividades diversas. Más de 25.000 visitantes han recorrido una exposición donde Shell muestra los avances en tecnologías limpias o cada vez más eficientes para la lucha contra el cambio climático, no solo en el transporte, sino también para ahorrar electricidad o para consumir menos en las viviendas.
Los datos apabullan. Cerca de 5.000 estudiantes de colegios londinenses han visitado el evento y han hecho miles de propuestas para que el planeta sea un lugar mejor donde vivir, menos contaminado y más limpio. Por su parte, los ingenieros, mecánicos y estudiantes de electrónica que participan en la competición tienen otro objetivo: conseguir que la innovación y la tecnología permitan que esas ideas se plasmen en realidad.
"Llevamos doce años participando en esta competición y hemos llegado a conseguir 1.300 km con un solo litro de etanol o su equivalencia en gasolina", explica a El Periódico de la Energía Vicente Colomer, profesor de Ingeniería Mecánica y de Materiales del Instituto de Diseño y Fabricación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), "nuestra labor es conseguir un coche más eficiente cada año, y para ello combinamos mejorar la aerodinámica, las soldaduras, el motor, aumentar la compresión para que beneficie a la fórmula".
También tienen otro aliciente: "participar en este evento es de mucha utilidad para los alumnos, el apoyo que recibimos es muy grande por parte de la universidad, también económico, pero cuando los empleadores leen el curriculum valoran mucho que se haya trabajado aquí, por sus valores de trabajo en equipo multidisciplinar, el inglés, la capacidad de crear y el esfuerzo colectivo".
"Nuestro prototipo antes funcionaba con energía solar, pero esa competición se hacía solo en España y nos adaptamos a la normativa de la de Shell, reinterpretamos el coche y hemos conseguido que tenga un diseño de carrocería muy ligero, que la transmisión mecánica tenga poco rozamiento y la tracción eléctrica funcionara eficientemente", nos cuentan dos estudiantes de 4º de Electrónica y Mecánica de Electricidad del **UPTC SOLAR TEAM de la Universidad Politécnica de Cartagena, Santi Cervera y Julio José Zapata, **"lo más caro es la carrocería porque estos vehículos están hechos de fibra de carbono, representa el 80% del coste total, y dependiendo de la capacidad económica de cada grupo, este coste total puede variar de los 2.000 euros hasta los 30.000, eso sin contar con el mantenimiento".
"Lo mejor de participar en la Shell Eco-Marathon es que aporta mucha experiencia y se valora mucho para saltar al mundo laboral", concluyen.
"Nosotros empezamos a competir en el 2009 y tenemos mucha aceptación por parte de los nuevos alumnos que cada año entrar a cursar nuestra asignatura", puntualizan Joaquín García y Carlos Herrero, profesor y director respectivamente del centro IES Leonardo Da Vinci de Alicante, "vimos que era un proyecto para trabajar con los alumnos, porque tienen que poner en práctica todos los conocimientos teóricos y llevarlos a la realidad. Para nosotros, trabajar en este proyecto es muy gratificante, lo hacemos fuera de nuestras horas lectivas de manera altruista, pero nos llena ver la emoción y la motivación que despierta esta competición en ellos. Es toda una aventura".
"Esta actividad es muy valorada para buscar un primer trabajo pero también por el reto de superarse cada año con un vehículo más eficiente", añade por su parte David Avellano, profesor del Dpto. de Ingeniería Mecánica de la Universitat Miguel Hernandez D'Elx, "de hecho hemos ganado en 2015 y en 2016 dentro de la modalidad de etanol, y hemos conseguido el récord de España. Yo empecé como estudiante y me gusta tanto este proyecto que ahora participo como profesor de manera altruista".
Según cuenta Avellano, "las empresas del sector vienen a tomar nota y esto se vive como un escaparate de prestigio para la Universidad, por eso nos patrocina y nos fomenta, además todo el profesorado está muy comprometido, eso permite que hagan horas extras sin ninguna contraprestación económica".
Los únicos españoles que se han atrevido a participar en la categoría de UrbanConcept son el Centro Integrado Público de Formación Profesional de Benicarló de Castellón, "tenemos un ciclo de energías renovables y lo vimos perfecto para aunar teoría y práctica", aclara el profesor Cesar Luna, "el vehículo como la carrocería es bastante barato, suele estar entorno a los 6.000 euros pero es que lo hacemos todo nosotros, incluso no utilizamos fibra de carbono sino un plástico especial para darle forma". No han apostado por los prototipos porque les costaba encontrar un piloto que pesara menos de 50 kilos, condición de la competición. "En el caso del UrbanConcept el peso mínimo es de 70 kg y ahí sí tenemos chicos y chicas que dan la talla".
Coincide en objetivos como el resto de equipos, "para ellos sirve de experiencia, para que sean más autónomos y capaces de buscar alternativos ante un problema, es una aplicación práctica".
El siguiente prototipo es el único de toda Andalucía. Se trata de un instituto de Jaén, el IES Jandula, donde Manuel Barbero, un profesor de Tecnología de Secundaria y Bachillerato no se le ocurrió otra cosa para motivar a los alumnos a estudiar. "He aplicado en mis clases el aprendizaje basado en proyectos, soy ingeniero de formación y en la metodología siempre he pensado que sería muy bonito enseñar en Bachillerato con algo más práctico".
"Para nosotros es importante también trabajar en educación ambiental y si se me ofrece la posibilidad de dar mi asignatura de una manera más interesante y tener alumnos más motivados no lo iba a desaprovechar".
"La satisfacción de ver a los chavales disfrutar no se paga con dinero", explica a su vez el profesor José Manuel Luna de IES La Marxadella de Valencia, "las clases a veces son aburridas, a veces les cuesta centrarse, pero cuando son prácticas no, están viendo la teoría, participan en otras competiciones, y aunque participar en eventos contra otros países europeos que se gastan lo mismo que nosotros pero añadiendo unos cuantos ceros podría desanimarnos, la realidad es que para nosotros el reto es mayor. Incluso competimos contra vehículos que han costado entre 150.000 y 300.000 euros pero nos sentimos apoyados por nuestro ayuntamiento, a nivel local, pero también autonómico, ahora solo falta que también hubiera una partida económica suficiente".
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