La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es un caos. No hay quien entienda lo que sucede dentro del cártel del petróleo. Cada miembro va por su lado, y así es complicado que se llegue a un acuerdo.
Después de marear la perdiz durante el último mes, calentando el precio del crudo dejando caer que en Argel iba a haber un acuerdo para el recorte de la producción de petróleo, este martes la OPEP lo ha dejado claro. "Ahora no toca".
Si siguen el camino de los últimos días, no sería de extrañar que este miércoles dijesen lo contrario. La filtración de los intereses de unos y otros está llevando al mercado del oro negro al punto de que se ha convertido en abono para los especuladores.
Un día baja un cuatro por ciento, otro sube un tres, y así sucesivamente. El ministro de Venezuela de Petróleo, Eulogio del Pino, lo ha denunciado este martes desde Argel. "Hoy ha caído casi el cuatro, cinco por ciento, el precio por simples especulaciones. Estamos en manos de especuladores, de lo que se dice, de lo que no se dice", ha asegurado.
No le falta razón. El precio del petróleo está subido en una montaña rusa. Igual sube que igual baja. Pero no toma ningún rumbo. No hay tendencia. Y lleva así varios meses. Especulaciones sobre si la OPEP tiene que llegar a un acuerdo sobre la producción están al orden del día.
Este martes, Arabia Saudí e Irán han querido cortar por lo sano. El ministro de Petróleo iraní Bijan Zanganeh dijo en las conversaciones de Argel que "no es el momento para la toma de decisiones", aplazando la posibilidad de cualquier acuerdo para la reunión política formal de la OPEP del 30 de noviembre en Viena.
Su homólogo saudí, Khalid al-Falih, también se postuló de forma parecida, al asegurar que no habrá una decisión en Argel. Eso sí, le dejó un recado tanto a Irán como a Libia y Nigeria por producir más crudo de lo normal.
Y claro, vinieron las ventas en el mercado y el precio volvió a caer, cerca de un 3% tanto en EEUU como en Europa y vuelve a alejarse de los 50 dólares.
Y es que el precio del crudo no es tan barato para los grandes productores como Irán o Arabia que son capaces de aguantar el chaparrón ya que producen a costes muy bajos, alrededor de los 10 dólares por barril.
Pero la guerra entre ambas potencias es interna. Arabia no se quiere dejar comer la tostada y no piensa cerrar el grifo si no lo hacen el resto, por mucho que a Irán no le dejaran hasta este año poder exportar crudo a Europa.
Si finalmente la decisión sobre la producción (vamos a ver cuál toman) se pospone hasta el 30 de noviembre, prácticamente se ha perdido un año entero para intentar poner freno al crudo barato.
Y mientras tanto, las petroleras tienen que buscarse la vida para subsistir. Vendiendo activos muy baratos, sin producir el petróleo que desearían, y sobre todo, sin poder realizar prospecciones. Las cuentas no salen. Por eso muchas de ellas encuentran una solución en las renovables.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios