La consellera de Educación, Cultura y Deporte, Raquel Tamarit, y la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, han presentado, a los equipos directivos de los centros educativos implicados y a los representantes de los municipios donde se ubica, la primera fase del nuevo programa ‘ZERO, energía de proximidad’.
Este programa consiste en la instalación de paneles fotovoltaicos para generar energía solar limpia en 114 institutos públicos, distribuidos en 71 municipios en el territorio valenciano.
Por comarcas, serán 17 institutos de 14 poblaciones de las de Castellón, 57 de 32 pueblos y ciudades de las comarcas de Valencia y 40 institutos de 25 municipios de las comarcas de Alicante.
Según la titular de Educación de la Generalitat, “se trata de una importante planta fotovoltaica pública, urbana, descentralizada y de proximidad, que generará la energía eléctrica que necesita cada instituto y los transformará en autosuficientes, autogeneradores de energía limpia y renovable”, y ha añadido: “pero no solo eso, produciremos excedente energético”.
Proyecto transversal
La consellera Mireia Mollà ha destacado “la importancia y la transversalidad de un proyecto que nació en la consellería que dirige y ha terminado por convertirse en una idea compartida entre varios departamentos de la Generalitat y decenas de municipios”.
“Se trata de una primera fase en la que los 114 institutos ahorrarán 6,9 millones de euros en la factura de la luz anualmente. Además, en dos años la inversión que hacemos desde Educación estará amortizada. Los beneficios educativos, sociales y medioambientales del programa son incuestionables: nuestro alumnado no solo continuará abordando en clase la importancia de hacer frente a la emergencia climática, también allá donde estudian, en sus institutos, verán que tienen el ejemplo concreto de una gestión sostenible de los recursos energéticos”, ha añadido Raquel Tamarit.
Por su parte, Mollà ha explicado que, “tan solo en esta primera fase, entre 5.000 y 7.000 familias en riesgo de vulnerabilidad podrán beneficiarse de los excedentes eléctricos generados por las instalaciones fotovoltaicas de los institutos. Una cifra que, a medida que se complete la instalación de placas solares en los centros educativos, aumentará hasta beneficiar a cerca de 18.000 hogares con dificultades para afrontar la factura de la luz”.
“Es un proyecto que solo tiene ventajas, porque se alcanza el autoconsumo energético de los centros educativos; se reparten los excedentes entre las familias más vulnerables, para no dejar a nadie atrás en el proceso de transición ecológica, y se acelera la descarbonización reduciendo nuestra huella”, ha valorado Mollà.
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