Política energética

Los laboristas británicos planean nacionalizar la red de energía en el Reino Unido, lo que afectaría a Iberdrola

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El Partido Laborista británico ha presentado un plan para impulsar "una revolución industrial verde" en el Reino Unido, que pasa por nacionalizar la red de transporte y distribución de energía, lo que afectaría a empresas como la española Iberdrola.

El líder del principal partido de la oposición, Jeremy Corbyn, dijo que, si llega al poder, implantará un sistema energético estatal que beneficie, al abaratar el precio, "a la clase trabajadora" y "potencie las energías renovables".

La portavoz de Energía, Rebecca Long-Bailey, criticó que, desde la ola de privatizaciones iniciada por Margaret Thatcher en los años 90, "las compañías de redes energéticas han podido alcanzar grandes márgenes de beneficios", cobrando de más a los consumidores y "sin invertir de forma adecuada en la infraestructura necesaria para acomodar la transición a la energía renovable".

Según el plan, presentado en Salford (norte de Inglaterra), se crearían una Agencia Nacional de Energía para manejar la red de alta tensión repartida ahora entre National Grid, SSE y Scottish Power -filial de Iberdrola-; y varias agencias regionales y municipales para gestionar las líneas de distribución a hogares y empresas.

Las suministradoras locales competirían con las seis grandes empresas privadas que hoy monopolizan el sector, British Gas, la francesa EDF, la alemana E.on, npower, Scottish Power y SSE.

En otro aspecto controvertido del proyecto, la formación planea adquirir las redes actualmente privatizadas entregando a sus dueños como compensación bonos del Tesoro, a una valoración inferior a la del mercado.

La valoración sería "decidida por el Parlamento", teniendo en cuenta posibles deducciones en función de los déficits de pensiones, el saqueo de activos desde la privatización, los activos obsoletos, el estado de mantenimiento de los activos vigentes o los subsidios estatales entregados a las compañías.

De entrar en vigor estas medidas, tendrían un fuerte impacto en Iberdrola, pues, de los 942 millones de libras (unos 1.000 millones de euros) de beneficio operativo que obtuvo Scottish Power en 2018, más de la mitad procedieron de la actividad de redes de transporte y distribución.

Una portavoz de National Grid dijo que los planes laboristas solo servirían para "retrasar las inversiones y el enorme progreso hecho y que ya contribuye a convertir a este país en líder en la transición a la energía verde"

El director de regulación de la patronal británica CBI, Matthew Fell, opinó que el proyecto nacionalizador equivale a "colgar el cartel de 'cerrado' en el Reino Unido", pues ahuyentará a los inversores.

Dentro de su plan, el partido de Corbyn prevé también subvencionar la instalación de paneles de energía solar a unos dos millones de viviendas de protección social o bajos ingresos a fin de reducir el coste de la factura energética y las emisiones de carbono.

Las acciones de National Grid bajaban un 3% en la Bolsa de Londres, tras anunciar una caída de beneficios anuales.

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