Once productores ajenos a la OPEP acordaron este sábado en Viena unirse al recorte de bombeo del cártel petrolero, pactado el 30 de noviembre por 1,2 millones de barriles diarios (mbd), añadiendo así otros 558.000 bd el próximo semestre.
El resultado de la inusitada reunión ministerial "OPEP/No-OPEP" de este sábado es, pese a todo, algo menor del esperado por los responsables de la organización, de 600.000 bd.
Pese a ello, los ministros se mostraron satisfechos y destacaron el aspecto "histórico" de este pacto, logrado tras un año de intensas negociaciones y campañas diplomáticas, pues nunca se habían unido tantos países productores en un esfuerzo así.
Los países "No-OPEP" que finalmente se adhirieron al compromiso son Azerbaiyán, Bahrein, Brunei, Guinea Ecuatorial, Kazajistán, Malasia, México, Omán, Rusia, Sudán y Sudán del Sur.
El subsecretario de Hidrocarburos de México, Aldo Flores-Quiroga, indicó a Efe que su país participará con un recorte de unos 100.000 bd, en sintonía con el previsto declive natural de sus yacimientos.
"Estamos aquí justamente porque queremos colaborar al equilibrio y que se retome la inversión, que ha caído por dos años consecutivos en el sector petrolero en el mundo", comentó.
El ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, también se mostró satisfecho.
"Podría parecer que ha sido fácil, pero no lo ha sido. Es muy difícil poner en común los intereses de tantos países, y tengo que decir que estoy contento, pero queda mucho por hacer para aplicar el acuerdo", dijo.
"El acuerdo es por seis meses pero puede extenderse por otros seis en función de la situación del mercado", añadió el representante ruso, tras confirmar que su país rebajará en 300.000 sus extracciones.
Su homólogo saudí, Jalid Al-Falih, rechazó que el principal objetivo del pacto sea elevar los "petroprecios", y aseguró que "la intención de todos los participantes es reequilibrar el mercado y reducir los inventarios (reservas de crudo almacenadas), que son excesivos".
"No tenemos un precio en mente. Los precios van a ser fijados por el mercado. El precio equilibrado que determine el mercado debe ser suficiente para atraer las inversiones necesarias", explicó.
Dijo que tanto los precios de tres dígitos anteriores (de 2011 a mediados de 2014) como los bajos que hemos visto desde 2014, de menos de 40 dólares, no son sostenibles y que se debía buscar una situación intermedia.
Tras estimar que el desplome de las cotizaciones del barril ha contribuido a un menor crecimiento económico, a la deflación en algunas regiones y a tasas de interés muy bajas, vaticinó que "2017 va a ser el inicio de un ambiente económicamente más sano tanto para los productores como para los consumidores".
Al-Falih, que asumirá el 1 de enero la presidencia anual de la OPEP, prometió que su país, el mayor exportador de crudo del mundo, cumplirá estrictamente con su compromiso de retirar 465.000 bd, la reducción nacional más grande de todo el pacto, seguida de la rusa.
Al hacer esa promesa, el ministro saudí aseguró que ya ha comunicado a sus clientes el ajuste de los volúmenes que les entregará el próximo mes.
Los productores han creado un comité para vigilar el grado de cumplimiento del acuerdo y, según los analistas, el mercado también estará atento a ello.
El presidente saliente de la organización, el qatarí Bin Saleh Al-Sada, subrayó que el acuerdo de hoy queda abierto a otros países que podrán adherirse en el futuro, para lo cual continuarán las negociaciones entre los productores.
"La puerta está abierta. Trabajaremos para atraer a más países. Vamos a aumentar las relaciones entre OPEP y No-OPEP", indicó Al-Sada.
En la declaración final del encuentro, todos los participantes se comprometen a "revisar regularmente a nivel técnico y ministerial el estatuto de su cooperación", con el objetivo de fortalecerla.
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