El presidente francés, Emmanuel Macron, ha metido presión a la eléctrica estatal EDF para que presente, de aquí a finales de año, un programa ajustado en términos de costes y de plazos para construir seis nuevos reactores nucleares, que deberían entrar en servicio progresivamente dentro de, al menos, una decena de años.
Macron ha reunido al Consejo de Política Nuclear (CPN), que ha presidido, y en el que se ha pedido a EDF que cuantifique, antes de terminar 2025, esos costos y plazos, según ha explicado el Elíseo en un comunicado.
También se ha insistido a EDF que debe consolidar el control industrial de ese programa, de acuerdo con la fuente.
Eso debe permitir que las discusiones entre la eléctrica y el Estado concluyan "en las próximas semanas" para iniciar rápidamente la negociación con la Comisión Europea, que es quien debe autorizar las ayudas públicas para la construcción de los reactores en virtud de las reglas de competencia.
Los nucleares de EDF
El objetivo es que todo esté cerrado para tomar la decisión final de la inversión en 2026, porque la idea es que los reactores vayan entrando progresivamente en servicio entre 2035-38 y 2050.
El esquema de financiación prevé un préstamo bonificado del Estado que cubriría, al menos, la mitad de los costos de construcción y un "contrato por diferencia" sobre la futura producción nuclear basado en una tarifa máxima de 100 euros por megavatio hora (MWh) con precios de 2024.
Eso significa que, si el precio de mercado de esa electricidad en el momento en que se comercializara superara los 100 euros por MWh, EDF pagaría la diferencia al Estado; y si estuviera por debajo sería el Ejecutivo el que cubriría a la empresa al garantizarle una remuneración mínima.
Los seis reactores de tecnología EPR2 se levantarán en tres centrales en las que ya hay actualmente otros en funcionamiento, dos en la costa noroeste en Gravelines (junto a la frontera belga) y Penly (en la costa de Normandía) y en el valle del Ródano, en Buguey.
Macron quiere evitar que en este programa se repita el fiasco de la construcción del reactor de Flamanville (en la costa de Normandía), que empezó a generar electricidad en diciembre de 2024, es decir una docena de años más tarde de lo inicialmente previsto, y con un costo de 23.700 millones de euros, que multiplicaba por siete los primeros presupuestos.
El Consejo de Política Nuclear también ha confirmado las inversiones de la empresa estatal Orano para el almacenamiento de los combustibles usados de las centrales atómicas en una nueva instalación que se construirá junto a la existente de La Hague, en Normandía, en el horizonte de 2040.
Con esa instalación, Francia pretende cubrir todas las fases del tratamiento de los combustibles nucleares y, en un horizonte más amplio, durante la segunda mitad del siglo, confía en avanzar tecnológicamente para cerrar todo el ciclo y dejar de ser dependiente del aprovisionamiento de uranio natural.
En la reunión del CPN también se ha Respaldado el desarrollo de pequeños reactores nucleares modulares. A ese respecto, el objetivo es poner en servicio un demostrador "a comienzos de la década de 2030".
Iases
17/03/2025