Madera y corcho para las baterías de coches eléctricos: la manera de aumentar su seguridad y sostenibilidad

Las baterías de los coches eléctricos siempre han sido un tema delicado, especialmente cuando hablamos de seguridad y sostenibilidad. La popular imagen viral de un coche eléctrico ardiendo tras un accidente no ayuda a rebajar la alerta. Sin embargo, un equipo de investigadores en Austria ha dado un paso muy importante con un enfoque nada convencional: crear la carcasa de la batería con madera y acero, utilizando incluso corcho como protección contra el fuego.

El combo madera + acero, ¿funciona?

En pruebas realizadas por la Universidad Técnica de Graz, este diseño híbrido usa maderas sostenibles como el abedul, el álamo y la paulownia para el núcleo, recubriéndolo con una fina capa de acero. El resultado sorprendente no solo es un componente más ecológico, ya que la fabricación de aluminio (material tradicional) consume mucha más energía, sino que además es igual o más resistente. Durante un ensayo que simula un impacto a alta velocidad contra un obstáculo de acero, la estructura de madera absorbió hasta un 98% más energía que el aluminio dúctil y un 76% más que el aluminio de alta resistencia. La estructura también mostró una gran rigidez frente a la flexión.

La barrera natural contra el fuego

Uno de los grandes miedos con usar madera cerca de baterías altamente inflamables es el fuego, pero aquí entra en juego el corcho, otro material natural que sorprendentemente actúa como aislante térmico. Cuando el corcho se expone a temperaturas extremas, se carboniza y reduce drásticamente la transferencia de calor, protegiendo las partes internas de la batería. En pruebas de incendio, las carcasas con corcho registraron temperaturas hasta 100ºC más bajas en el lado opuesto al fuego respecto a una carcasa estándar de Tesla hecha en aluminio.

Este avance podría ser clave para que los coches eléctricos no solo sean limpios en cuanto a emisiones, sino también más beneficiosos con el planeta desde su construcción y reciclaje. Además, aporta una frescura al diseño que demuestra que la ingeniería verde puede combinar lo natural con la alta tecnología para mejorar la experiencia del usuario y la seguridad vial.