La Comisión de Expertos para la Transición Energética está molesta con el aluvión de informes, presentaciones de estrategias energéticas, que se han presentado en las últimas semanas. No ven normal que se haya presentado tanto estudio justo antes de que los 14 miembros hayan terminado su trabajo.
Está previsto que a finales del mes de febrero la Comisión finalice sus sesiones de trabajo (llevan desde septiembre reuniéndose todas las semanas) y presenten sus escenarios de estrategias a 2030 y 2050 de transición energética.
Fuentes internas de la propia Comisión advierten a El Periódico de la Energía que ellos podrían quedar en mal lugar porque han trabajado sin tener dotación económica y prácticamente muy poco tiempo para desarrollar como a ellos les hubiese gustado elaborar el Plan de Energía.
Ya se sabe que en España somos muy dados a comparativas, y en la Comisión temen que su trabajo salga mal parado respecto a los estudios que han realizado otras instituciones o empresas.
Cabe recordar que en las últimas semanas se han presentado escenarios y estrategias energéticas a 2030 y 2050 por parte de Economics for Energy, elaborado además por uno de los miembros de la Comisión, Pedro Linares.
También Cepsa presentó su informe. Y estos últimos días del mes de enero las han dado a conocer tanto Deloitte como el Observatorio Crítico de la Energía, este último también elaborado por un miembro de la Comisión, Cristóbal J. Gallego.
"No entiendo muy bien este juego de a ver quién se apunta el tanto", explica uno de los miembros de la Comisión.
Asimismo, hace unos días se reunieron en Enerclub a puerta cerrada prácticamente todo el sector energético para debatir sobre la transición energética, en la que estuvieron presentes varios miembros de la Comisión. Hasta en esa reunión estuvo Greenpeace que fue la primera, hace mucho tiempo, por apostar por un horizonte 100% renovables para 2050.
Ahora, la próxima semana el Real Instituto Elcano también va a organizar otra jornada sobre estrategias de transición energética y de aquí a que finalice el mes de febrero seguramente alguien más haga algo.
Las empresas y organizaciones están en su derecho de hacer lo que quieran, pero desde la Comisión están molestos con que se esté llamando continuamente a los miembros de la misma para acudir a las presentaciones, se trate de tirar de la lengua a los miembros, en definitiva, se incomode de esta manera su labor durante estos últimos cinco meses.
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