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María Luisa Castaño (CIEMAT): "El problema de los residuos nucleares es grande pero las emisiones de CO2 son peores"

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María Luisa Castaño es directora del Departamento de Energía del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) desde hace más de dos años, el organismo público por excelencia encargado de desarrollar las tecnologías y aplicaciones estratégicas que se prevén que vayan a ser necesarias para España.

El Periódico de la Energía habla con esta Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Valladolid (1984), diplomada en Estudios Avanzados sobre Materiales e Ingeniería Metalúrgica por la Universidad Complutense de Madrid (2002) y especialista en Políticas Publicas de Investigación, Desarrollo e Innovación por el Instituto Nacional de la Administración Publica (2008), que durante años ha trabajado como responsable de la Unidad de Corrosión de Materiales Nucleares, para conocer de cerca las principales líneas de investigación y hacia dónde va el sector en los próximos años.

¿Cuales son las principales líneas de investigación que está llevando a cabo desde el Departamento de Energía de CIEMAT?

En el CIEMAT, en la Unidad Energía, trabajamos en tres bloques: el primero es en tecnologías de generación limpia de energía, es decir, trabajamos en eólica, fotovoltaica, termosolar, en biomasa, biocarburantes, todas las tecnologías limpias pasan por aquí, e incluso nuclear. Y además, hemos sido capaces de reconvertir a los que trabajaban en carbón, porque prácticamente ya no trabajamos en combustión de carbón. Los hemos reconvertido a valorizacion de residuos, es decir, que los mismos técnicos y nuestras instalaciones puedan ser utilizadas para el desarrollo de otros combustibles que no sea carbón, como residuos. El segundo bloque es eficiencia energética, almacenamiento e integración de sistemas, porque el futuro no está en las grandes plantas, sino sistemas pequeños, aislados o integrados. Y el tercer bloque es el impacto socioeconómico de la implantación de estas tecnologías en un territorio.

¿Quién decide en qué proyectos tecnológicos se va a centrar el CIEMAT?

A mi me gustaría que llegara un Gobierno (esto no ha ocurrido nunca) y nos dijera en qué vamos a trabajar, pero la misión del CIEMAT es estar al servicio de las estrategias energéticas del país. Si el país decide apostar por una línea nosotros detrás y además predecir las decisiones con antelaciones. Y este país en este momento ha tomado una decisión obligada por la UE de prescindir de las tecnologías emisoras de CO2. Por eso no trabajo en gas, en petróleo, diésel, carbón, gasolina, sino en combustibles alternativos, que son los biocombustibles, el biodiésel, el biometano, la biomasa, los residuos.

¿Cómo valora los avances en investigación en almacenamiento energético que se están haciendo en España? ¿Hacia dónde va el futuro de las baterías?

Con los planes que se han establecido de penetración de renovables en los próximos años, o tenemos almacenamiento o va a ser difícil llegar a esos objetivos. Sin embargo, estamos muy obsesionados con las baterías y no es el único sistema que necesitamos, porque no cuentan con una densidad mayor a 24 horas, y lo que necesitamos es que sean flexibles, rápidos, de mayor carga, etc. Estamos hablando de sistemas químicos, electroquímicos o mecánicos. En este momento nuestro sistema eléctrico solo tiene tres sistemas de almacenamiento masivos: las centrales hidráulicas, no son emisoras de CO2 y que se pueden abrir y cerrar en función del interés del sistema, los bombeos, pero no todas las centrales lo pueden tener y dependen de la hidraulicidad del país, y el tercero son las termosolares que almacenan su energía mediante sales fundidas. Pero los megavatios que necesita el país son muchos más. Hay experiencias pilotos de baterías pero por el momento ni son masivos, ni son a escala ni comerciales. En el futuro tendrá que haber una combinación de bajo coste, sistemas mecánicos como puede ser gas a presión, volantes de inercia, etc., con una matriz entre tiempo de respuesta (desde 1 segundo hasta meses) y una densidad de carga desde kilovatios hasta megavatios.

Donde hemos perdido el carro respecto a China y Corea en baterías, como ha ocurrido con las placas solares, porque han conseguido productos a muy bajo coste, (no discuto si luego su calidad no es tan buena). Pero nos han adelantado en este terreno, Sin embargo, nuestra necesidad es tener sistemas masivos, y Europa está retomando el potencial industrial para ello. Hay vida más allá de las baterías de litio. España y Europa tienen un potencial enorme de desarrollar sistemas masivos de almacenamiento porque cada uno tendrá que diseñarlos adecuados a la necesidad de los recursos renovables que tengan. Tenemos una oportunidad de mercado, sin necesidad de competir con China, sino en el mercado específico de cada país.

Además, España es líder en tecnología, somos muy buenos y nos valoran fuera, más aún la tecnología energética, de la que nos podemos sentir orgullosos. Y somos de los primeros en conseguir ayudas de Europa, y que nuestras pymes van al Instrumento Pyme. Hay cantera, talento, lo que falta es una coordinación para ponernos a trabajar todos en la misma dirección.

la geotermia de baja entalpía en España es prácticamente posible en el 100% del territorio.

Los científicos se llevan quejando, desde la crisis económica, que abunda la precariedad laboral y la escasa oferta de plazas para nuevos investigadores , todo un lastre para la investigación en general y en energía en particular. ¿Cuál es la situación de la investigación y de los investigadores en el CIEMAT?

Un problema es la falta de financiación. En los últimos diez años en I+D los presupuestos se han caído. Y pienso que muchos políticos creen que la I+D no es importante para un país, sino que es una cuestión de estética. Por lo tanto, no hay financiación pública suficiente que incentive nuestro sector. El siguiente problema tiene que ver con la atracción de talento. El CIEMAT no es competitivo para ello, porque no tiene un plan de contratación estable, la oferta pública ha estado diez años congelada, solo se puede contratar si hay proyectos, y cuando se hace el procedimiento es largo, tedioso y complejo. Esto ha hecho que una buena parte del talento del país se haya ido fuera o haya terminado en la industria.

Así que ante esta situación, nos hemos puesto la pilas, buscamos fuentes de financiación donde quiera que sea y hemos sido capaz de suplir esa falta de presupuestos mediante otras vías. Prácticamente entre un 35% y un 40% no nos lo da el Estado, sino empresas, proyectos autonómicos, de la UE... Pero estamos llegando a unos límites de temporalidad muy altos, superando el 25%, y esto nos lleva a que una buena parte de esos contratos temporales terminen haciendo tareas estructurales. Estamos tocando hueso. Y esto Hacienda lo sabe y por eso en el año 2018 identificó la ciencia como prioritaria y preparó unos planes de estabilizacion con los que tenemos la esperanza de contratar cerca de 2.500 personas en todo el estado en su conjunto y al CIEMAT nos corresponderían unas 250, lo que solucionaría la temporalidad y tareas estructurales de la propia organización.

El tercer problema tenemos es una normativa tan restrictiva y flexible que nos hace ir con cadenas, en todos los organismos científicos públicos. Es un sinsentido, porque se aplica incluso a los fondos concedidos de fuera. Todos los ingresos que entran en CIEMAT están afectados por la misma normativa. Por ejemplo, desde enero tenemos concedidos fondos europeos auditados y concedidos pero estamos todavía en junio y vanos por la cuarta autorización sin poderlos utilizar. Yo ya no pido que me den más financiación porque tengo un ejército de gente que sabe ir a la Unión Europea o a otros sitios a buscar esa financiación. ¿Sabes por qué necesitaría dinero público? Porque se nos están cayendo los edificios.

Deberíamos poder utilizar los fondos estatales para tener unas instalaciones dignas porque a veces me avergüenzo de ellas cuando viene un socio europeo y entran en un barrancón en la calle o que para pasar de un sitio a otro donde se ha roto la puerta, y como no tengo dinero para la puerta, tengo una cinta de éstas que pone el CSI.

**¿En qué porcentaje de proyectos europeos participa España? **

De un total de 532 proyectos europeos en el ámbito energético, donde se suma Smart City, eficiencia energética, etc., hay participación española en 312 (en el 59%). De 2.600 millones adjudicados, las entidades españolas han recibido 312 millones (12,75% de retorno). Somos el segundo país en posición de retorno.

La participación de las mujeres en la investigación científica y más aún en el campo energético es escasa, pero ¿cree que está cambiando esa tendencia? Y si hay cada vez más mujeres en el sector ¿también ocurre lo mismo en los puestos de responsabilidad?

La participación en I+D de las mujeres es del 39%, lleva mucho tiempo así y no evoluciona. Es una cifra que no está mal pero está desequilibrado. Dentro del ámbito de la ciencia hay una asociación que se llama AMIT (asociación de mujeres en la investigación y la tecnología) y creo que se le va a añadir la i de innovación que reconoce que hay una falta de vocación, es como si nosotras mismas nos estuviéramos autocensurando. La tendencia es que las mujeres vayan a ámbitos más de salud, a profesiones más del sector sanitario. Tenemos que promover campañas para fomentar las vocaciones STEM. Hay una teoría que se reproduce en los países árabes, donde las mujeres están muy sometidas. Dice esa teoría que se tienen que dar tres circunstancias para que se disparen los porcentajes de mujeres que quieren estudiar: una mujer muy sometida, una separación entre hombres y mujeres en la educación y una necesidad de independencia brutal, y eso es justo lo que está ocurriendo en esos países.

¿Dónde está el punto débil?

En los puestos directivos. Soy la primera mujer en dirigir este departamento a lo largo de la historia del CIEMAT. En puestos directivos ya no compites por curriculum, sino porque alguien te propone, y es ahí donde está el límite. Y ocurre en la empresa privada y la pública. Es cierto que se está haciendo un esfuerzo en los Consejos de Administración, que casi se está alcanzando una paridad, pero la brecha espectacular está en los comités de dirección que son los órganos decisorios. ¿Las razones? En un caso puede ser autocensura, suele ocurrir que son las mujeres que se quedan en casa cuidando a los hijos, pero también no somos seleccionadas, porque para ello necesitaríamos estar en los mismos ecosistemas que tienen que decidir y como no estamos ahí por miles de razones, nadie piensa en nuestro perfil cuando se tiene que elegir para un cargo. Aún así estoy cansada de hablar de mujeres y no de hablar de nuestros méritos, de lo que hacemos y de lo que sabemos hacer.

En el caso de la termosolar, tenemos una buena oportunidad para el almacenamiento si se cumplen los objetivos del PNIEC con la instalación de 5 GW

Entonces volvamos a la labor del CIEMAT: ¿Cuáles son o serán en un futuro las tecnologías emergentes en el sector energético? ¿Cómo visualiza ese futuro?

Hay algo que nos va a afectar a todos, no solo al sector de la energía, que es la digitalización. Visualizo que dado que el mundo es cada vez más digital, en un ámbito como el del CIEMAT, tenemos que aprender que la tecnología se tiene que ayudar de la digitalización, que además es un valor añadido que hace cinco años no existía. La siguiente pata es la descentralización, van a coexistir dos mundos de producción de energía: el centralizado y la producción descentralizada, que arranca desde el individuo, una comunidad de vecinos, un distrito, un municipio, una isla... estos sistemas tiene una problemática tecnológica diferente, porque necesita sistemas autónomos de almacenamiento, de intercambio, de agregación de demanda. Y el tercero es el almacenamiento.

Y hemos empezado a dar los primeros pasos hace bien poco, con la llegada del RD de Autoconsumo. Se abre un mundo que transforma al individuo de lo que era hasta ahora, un consumidor de energía, y permite que puede dejar de contratar el suministro de energía e incluso pueda vender su excedente.

También abre la puerta a las compras comunitarias, es decir, si yo no puedo acometer la inversión en paneles fotovoltaicos, a lo mejor con siete vecinos más podemos comprarlos y podría ser que nos ahorrásemos hasta el 70% de la electricidad que necesitamos. También habrá otros negocios intermedios que comprarán la energía sobrante y la venderán al sistema. Y eso es la generación distribuida. Si no se ha puesto en práctica hasta ahora es porque no ha sido posible, pero no me cabe la menor duda de que se va a poner en marcha. Porque no se necesitan diez años de investigación en autoconsumo, solo regulación, ordenar el sistema y que aparezcan negocios que compre la energía excedente y la venda. Eso es la agregación de la generación y esa empresa se puede posicionar con REE. Por ejemplo, en zonas turísticas donde hay una sobredemanda en verano pero muy bajo en invierno, ¿para qué voy a tener una red sobredimensionada solo para unos meses? Otro caso paradigmático son las islas, Baleares, Canarias, que tienen un problema de generación enorme, la autogeneración encaja.

Los residuos nucleares se pueden transmutar, aunque es una tecnología que necesita unos cuantos años para su desarrollo

La digitalización y la inteligencia artificial serán determinantes en la gestión y la demanda de la energía en el futuro, ¿cómo cree que influirá en los ciudadanos?

La digitalización incluye Big Data, Cloud computer, inteligencia artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT)... es una palabra marco que engloba muchas tecnologías. Y en ese paradigma cuando lo aplico al sector energético, las tecnologías se van a beneficiar y los consumidores van a jugar un papel pero son las empresas las que van a tener que cambiar en muchos aspectos. Una empresa que hasta ahora se ha dedicado a cobrar y vender electricidad al precio que le pareciese según la oferta y la demanda, va a tener que cambiar porque su cliente final va a producir, va a ser exigente, va a comparar otras empresas, van a aparecer pequeñas compañías que van a hacerle la competencia con electricidad más barata, con garantías de origen, que la energía sea solo renovable. Las grandes empresas van a tener que ceder parte de su negocio, van a tener que hacer negocio de otra manera, externalizar una buena parte de lo que hacían antes. Tendrán que dar una vuelta de calcetín a su modelo para participar en el negocio de la producción descentralizada, y se van a convertir en un prestador de servicios de movilidad, de climatización, ya no van a vender electricidad. Sino que con el contrato eléctrico puedan incluso hasta conexión a Internet. Si todo es electricidad.

¿Por qué no se potencia la geotermia en España? ¿Tiene futuro la termosolar? ¿Y la nuclear?

Soy una convencida de la geotermia en España. Es verdad que no somos Islandia pero tenemos tres tipos de geotermia: lugares de geotermia profunda, como Lanzarote, de alta entalpía, cuyo coste es muy alto y el pinchazo tiene que ser muy certero que saque vapor que mueva una turbina de manera continúa al menos durante 25 años. Dentro de la península, soy partidaria de la geotermia es de baja entalpía que prácticamente es el 100% del territorio. La tierra se mantiene constante a 15ºC todo el año. Incluso esta tecnología se puede implantar en una casa con jardín.

En España no se habla casi nada de geotermia porque no se fomenta desde los poderes públicos, y lo hacen por desconocimiento. Todavía pensamos que la geotermia es la de Islandia o la de Lanzarote. Así que son iniciativas privadas las que promocionan promociones de viviendas con geotermia, como los casos de Dehesa La Villa o en Tres Cantos, en Madrid. Es más cara la inversión inicial que otras tecnologías pero en 25 años o antes se amortiza.

En el caso de la termosolar, tiene una buena oportunidad una vez que se conocen los detalles en el PNIEC, ya que aparecen 5 GW. Sin embargo, los convencidos dicen que deberíamos ir hasta 20 GW y solucionaríamos una parte del problema del almacenamiento. Además, se están tirando los precios en las últimas subastas y compiten con el resto de las tecnologías. Creo que es prometedor. En cualquier caso, 5GW no nos va a romper el déficit del sistema y sí nos puede dar una mayor capacidad de almacenamiento y una proyección industrial que además podemos exportar. En España tenemos toda la cadena valor y hay que fomentarlo y cuidarlo. Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía tienen la oportunidad para hacer una política industrial en torno a la termosolar.

Sobre biomasa hay que verla también conjuntamente con el tema de los residuos. Son sistemas de almacenamiento, es decir, que lo puedo acumular, también es deslocalizable, es decir, está en zonas rurales, y una extraordinaria oportunidad con los residuos urbanos, que tenemos un problema importante en las ciudades. Dejará de ser un problema para ser un activo. El gas renovable tiene cada vez más sentido y se tiene que consumir y transformar en el lugar que se produce porque su traslado es complicado. Soy una fan del gas renovable que es complementario al gas natural pero obtenido de nuestras basuras.

En este momento España tiene un debate que mezcla dos conceptos: por un lado se ve necesario descarbonizar el sistema que es una obligación y por otro desnuclearizar el sistema eléctrico que es una decisión política. La nuclear no emite CO2 y podría operar otros 10-20 años en condiciones seguras porque otros países nos lo han demostrado. Y es la potencia base y firme sin emisiones.

¿Y el problema de los residuos?

Sí, es grande pero las emisiones de CO2 son peores. Además ese problema existe desde que comenzaron a funcionar estas centrales en los años 70. Pero hay tres soluciones: el ATI (Almacén Temporal Individualizado), el ATC (Almacén Temporal Centralizado) y que por razones políticas está paralizado mientras otros países lo tienen, y el almacenamiento geológico profundo (AGP). Además, España es uno de los productores de contenedores multibarreras que se están utilizando en esos almacenes al exterior. Independientemente del ATC, yo, que soy muy futurista, creo que lo más interesante será tener un AGP común para toda Europa.

También se pueden transmutar los residuos, una tecnología que necesita unos cuantos años para su desarrollo, pero que se está investigando en el ámbito europeo y el CIEMAT participa en ella.

El CIEMAT ha defendido siempre el desarrollo de medidas de eficiencia energética, ¿cuáles son los proyectos en los que se está investigando?

Tenemos una falsa creencia que hay que aplicar la eficiencia en edificación, en una comunidad de vecinos, desde un edificio, hasta un distrito y a una ciudad. Pero también en el transporte, es decir, menor consumo energético independientemente del combustible que utilicen. Y el tercer gran pilar, la eficiencia energética en la industria, es decir, producir al menor coste energético posible. Hay todavía recorrido en investigación en este campo.

Y aquí está el gran reto, la eficiencia en la industria, en el sector donde la transición energética apenas está dando los primeros pasos. ¿Cuál es la dificultad? Que hay que hacer un traje a medida para cada fábrica. No es lo mismo una central de aceros del norte de Asturias que una de cerámica en Valencia, o la agroalimentaria. No es lo mismo reducir el consumo eléctrico en una que en otra, pero antes de todo, la industria tiene que tener claro que tiene un problema.

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Un comentario

  • Manuel Garcia

    11/06/2019

    Organismos como este, deben de abrirse más a propuestas de tecnologías innovadoras más eficientes, tal y como ya les mostré, hace algún tiempo y que como no lo hicieron, pese a lo mucho que les gustó. He tenido que desarrollarlo yo pese a mis modesto recursos y cuyos resultados todos pueden ver en la publicación mostrada.

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