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Más de 89.000 pymes y plantas industriales han reducido potencia durante el estado de alarma

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Nada más comenzar el estado de alarma por el coronavirus, las cinco grandes distribuidoras eléctricas que pertenecen a Aelec, la gran patronal eléctrica, pactaron ir de la mano y ofrecer a los negocios que se paralizaban por la pandemia la reducción del término de potencia en su factura de la luz. De esa manera, podrían descontarse un coste que deben pagar los consumidores aunque no enciendan la luz.

Después, el gobierno apoyó la decisión con sendos reales decretos, el RD 1164/2001 y el RD 1955/2000, dejando a las empresas distribuidoras de electricidad la potestad de modificar la potencia contratada en un plazo inferior al año.

Y parece que ha surtido efecto. Según han confirmado las distribuidoras en el webinar organizado por Aelec 'El sector eléctrico ante la crisis del COVID-19', ya son más de 89.000 los consumidores que se han reducido la potencia durante estas semanas de confinamiento, principalmente pymes e industrias, y que dependiendo de las tarifas y del tamaño de cada una de ellas, podría ocasionar un importante agujero para los ingresos del sistema, mayor cuanto más se alargue esta paralización en los próximos meses.

Sin embargo, según ha podido saber El Periódico de la Energía, algunas empresas ya están volviendo a contactar con las comercializadoras, encargadas de realizar el trámite, para solicitar el aumento de potencia y prepararse para la apertura del negocio.

Pero la crisis del coronavirus también ha traído otros cambios en las grandes distribuidoras de electricidad, y todas han reconocido que ha sido gracias al gran desarrollo de la digitalización que ya se ha llevado a cabo en el sector en los últimos años.

"La gestión de la labor en la lucha contra pandemia es un caso de éxito en construcción", ha dicho Marcos Antuña, director de Proyectos de EDP, "es un caso claro que se ha garantizado la seguridad del suministro y ha sido posible gracias a la labor de las empresas, la parte tecnológica ha permitido que se haya pasado al teletrabajo casi de forma automática".

"La digitalización ha hecho posible que haya seguridad del suministro eléctrico durante la crisis del coronavirus", ha explicado por su parte Raúl Suárez, director de Redes Electricidad España de Naturgy, "de hecho, el 97% de nuestros empleados corporativos podían teletrabajar en cuanto se decretó el estado de alarma mientras que más de 1.000 personas trabajaban sobre el campo para asegurar nuestro suministro eléctrico".

"Nosotros nos propusimos tres objetivos desde la parte de redes", ha añadido Antonio Espinosa de los Monteros, CEO de i-DE del Grupo Iberdrola, "además de proteger y garantizar la salud de los trabajadores, queríamos garantizar el suministro, no solo en los hogares y las empresas, sino también en las infraestructuras críticas, como hospitales, residencias de ancianos o repetidores de telecomunicaciones, así como continuar con la actividad para mantener la calidad", y eso ha sido posible gracias a la digitalización.

Y paralelamente a la digitalización, está la apuesta por la transición energética. "La crisis del coronavirus es una crisis física, no es financiera, por tanto el reto de la transición energética sigue ahí", ha confirmado Juan José Alba, director de Regulación de Endesa, "además es bueno para la economía, el empleo y la salud".

"Es una oportunidad para salir de la crisis, con inversiones eficientes, empujando a la electrificación de sectores como el transporte o el de frío/calor, y además con renovables", ha concluido Espinosa de los Monteros.

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Un comentario

  • Dabama

    30/04/2020

    El estado de alarma lo provoca el término DESMESURADO de potencia que sufrimos en España.

    En Portugal han tomado una medida valiente, IVA en potencia de las viviendas inferior al de energía. No sería una gran solución aquí, pero demostraría voluntad.

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