Ningún comentario El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, considera que el proyecto para construir el gasoducto transpirenaico Midcat no es "importante para la situación actual", según dijo tras una reunión del consejo financiero y económico francoalemán.
"Es un proyecto futuro, si es que es un proyecto", afirmó en una rueda de prensa virtual con el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, y con el titular de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire.
El apoyo al MidCat
Habeck explicó que el gasoducto, cuya construcción defienden España y Portugal, y cuenta también con el apoyo explícito del canciller alemán, Olaf Scholz, no podría estar operativo hasta después de 2023.
Por ello, dio a entender que no tiene sentido tratarlo en el marco de la crisis del suministro de gas, aunque se mostró a favor de crear infraestructuras que permitan el abastecimiento con hidrógeno verde, una función que según los partidarios de la interconexión transpirenaica ésta podría asumir en un futuro.
"La posición alemana es que hay que interconectarse también a nivel eléctrico con redes eléctricas y a nivel de hidrógeno con tuberías. Esto es una invitación: Alemania proporcionará energía a sus vecinos pero también necesita energía", dijo el ministro verde.
Habeck apuntó que Berlín encontrará proveedores de hidrógeno verde por el mundo, pero que "merece la pena" pensar si se puede reforzar la posición europea en este sentido, algo que se está debatiendo con España y con Francia en estos momentos.
Los tres ministros reafirmaron su consenso sobre la necesidad de encontrar un equilibrio entre políticas financieras y monetarias que permita luchar contra la inflación y aliviar al mismo tiempo a hogares y empresas con la bajada de los precios de la energía.
La ganancia de EEUU
Hicieron referencia además a su "preocupación" por el posible impacto de la Ley de Reducción de la Inflación introducida por el Gobierno de Estados Unidos para la igualdad de condiciones entre la industria comunitaria y la estadounidense.
Le Maire subrayó la necesidad de trabajar en "respuestas europeas adecuadas" para preservar la competitividad del bloque de los Veintisiete, así como dejar claro a Washington que éste no quiere ser "golpeado" por los efectos de la Ley.
"Hay compañías europeas que se van, atraídas hacia Estados Unidos por los subsidios y no podemos permitirnos entrar en una guerra comercial en estos tiempos. Somos socios, aliados", remachó Habeck.
Entre las cuestiones en las que existe un mayor consenso franco-alemán, los ministro destacaron la introducción de un impuesto de sociedades mínimo, que, si no prospera hasta finales de año a nivel europeo debido al principio de unanimidad, será adoptado de todas formas por Berlín y París.
Además, subrayaron la importancia de acelerar la unión de mercados de capital, que según dijo Lindner, mejoraría la competitividad y alentaría las inversiones.
"La idea del consejo franco-alemán es abrir el camino, cooperar e invitar a otros. Con esta idea deberíamos dar los próximos pasos también en la unión de mercados de capital para suplir a nuestra industria con el capital suficiente", señaló Habeck.
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