El gerente de la Asociación de Municipios de Áreas de Central Nucleares (AMAC), Mariano Vila, ha exigido hoy al Gobierno un plan de desarrollo económico alternativo para la zona tras la decisión del cierre.
Vila ha considerado que los grupos políticos, entidades, instituciones y administraciones que se han opuesto a la continuidad de Garoña deben asumir los costes sociales de la medidas, como la destrucción de empleo, la perdida de actividad económica y, a medio plazo, la reducción de la capacidad inversora de los ayuntamientos.
Tras una reunión con representantes de los 14 municipios que se encuentran en un radio de diez kilómetros de la central nuclear burgalesa, Vila ha recordado que no se opone a inversiones en un entorno más amplio siempre que "esté claro que son estos municipios inmediatos a la central los que han convivido con sus ventajas y desventajas".
Además ha asegurado que la directiva de la AMAC está "sorprendida" por la decisión del Gobierno de cerrar Garoña tras el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Vila ha señalado que los contenidos del plan de desarrollo económico de la zona deberían incluir la mejora de las infraestructuras de comunicación por carretera, banda ancha y telefonía.
También ha señalado como prioridades el apoyo a la creación de alguna industria de transformación agraria, turismo y formación para emprendedores.
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