El director general del OIEA -la agencia nuclear de la ONU-, Rafael Grossi, destacó en Viena que las plantas nucleares nunca deben ser consideradas objetivos militares, ni en Ucrania ni en Rusia.
"(Estas plantas) no son objetivos militares legítimos", dijo Grossi, quien estuvo la semana pasada en Ucrania y Rusia, donde habló con representantes de ambos lados, incluyendo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
En todo caso, el director general insistió hoy -al margen de una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA- en que los casos de la planta ucraniana de Zaporiyia (ocupada por Rusia) y la rusa de Kursk, ambas cercanas a actividades bélicas, no son comparables.
"El papel del OIEA es intentar garantizar que la seguridad y la protección de cualquier central nuclear del mundo no se vean comprometidas. Creo que debemos tener claro que Zaporiryia y Kursk son casos diferentes", dijo.
Las centrales de Zaporiyia y Kursk
Sobre Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo de 2022, Grossi resaltó que "es una central nuclear que ha sido bombardeada y que ha tenido ocho apagones completos".
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