La OPEP prevé que las emisiones de CO2 generadas por el sector de la energía a nivel mundial seguirán subiendo hasta 2035, cuando alcanzarían un pico de 35.700 millones de toneladas, un 4,08 % más que las estimadas en 2022, antes de comenzar a bajar paulatinamente.
Estos cálculos, presentados hoy en Riad por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), están basados en un escenario en el que los combustibles fósiles seguirían siendo las principales fuentes de energía a nivel planetario al menos hasta 2045.
En su informe anual "Perspectivas del Mercado Petrolero Mundial 2023" (WOO 2023), los expertos de la organización vaticinan un aumento sostenido del consumo de crudo y gas hasta casi la mitad de este siglo, pese a que también prevén un fuerte incremento de las fuentes renovables en el mismo periodo, como la eólica o la solar.
Las emisiones de CO2 para la OPEP
"En términos absolutos, las emisiones anuales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía alcanzaron alrededor de 34.300 millones de toneladas (mt) en 2022 y se prevé que lleguen a un pico de 35.700 mt en 2035", señalan.
"Después, se espera que disminuyan lentamente", de forma que en 2045 totalizarían unas 34.000 millones de toneladas, añaden.
El panorama implica, en total, una reducción clara si se compara con la evolución de los últimos 20 años, pese a lo cual la OPEP admite que no es suficiente para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, cuyo fin de limitar a 1,5 grados centígrados el calentamiento del planeta.
"Se requieren más esfuerzos para acelerar la disminución hasta las tasas consistentes con los objetivos del Acuerdo de París", reconoce la organización en el informe.
Sobre todo en la India y otros países asiáticos, así como en las naciones africanas y en "varias grandes economías en desarrollo en América Latina", las emisiones de CO2 se verán "impulsadas por el crecimiento de la población, el desarrollo económico y los esfuerzos para mejorar el nivel de acceso a la energía y erradicar pobreza energética", destaca el documento.
Por el contrario, se estima que China y las principales naciones industrializadas lograrán bajar sus emisiones gracias al desarrollo y aplicación de tecnologías de captura de carbono y de fuentes de energía alternativas, incluidas la nuclear y el hidrógeno.
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