Los problemas económicos causados por la invasión rusa de Ucrania y los confinamientos por la covid-19 en China han llevado a la OPEP a revisar este lunes a la baja, en 200.000 barriles diarios, su pronóstico sobre el consumo mundial de crudo hasta fines de 2023.
En su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estima que la demanda de "oro negro" será de media este año 99,57 millones de barriles diarios (mbd), un 2,43 % más que el año pasado, pero 100.000 bd menos que lo calculado hace un mes.
En otros 100.000 bd redujo el crecimiento para 2023 y lo cifra ahora en 2,24 mbd (2,25 %) -en lugar de los 2,34 mbd previstos en octubre-, de forma que el consumo totalizaría una media de 101,82 mbd, es decir, 200.000 bd menos de lo que esperaba.
El mantenimiento de la estrategia "cero-covid-19" en China, con sus reiteradas y severas restricciones a la movilidad para combatir cualquier brote de coronavirus, es una de las razones que ha motivado la revisión a la baja.
La decisión de la OPEP
El documento la atribuye también a "las incertidumbres geopolíticas en curso (la guerra en Ucrania) y al debilitamiento de las actividades económicas".
Sin embargo, los expertos de la OPEP han mantenido sin cambios el crecimiento de la economía mundial para 2022 y 2023, del 2,7 % y 2,5 % respectivamente, en el que basa sus estimaciones, aunque advierte de un algo grado de "incertidumbre".
El aumento de la demanda petrolera este año se repartirá por igual entre las naciones industrializadas agrupadas en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y en los países fuera de ella, pero será muy diferente en 2023.
Según la visión presentada hoy, el incremento interanual de 1,3 mbd que experimentará la OCDE en 2022, con un consumo petrolero total de 46,1 mbd, caerá a 0,3 mbd el próximo año, llevando la demanda hasta los 46,5 mbd.
En cambio, para los países fuera de la citada organización, la OPEP prevé que la demanda adicional pasará de 1,3 mbd este año (el mismo que en la región de la OCDE) a 1,9 mbd en 2023, con lo que esas naciones quemarán un total de 55,4 mbd.
Este marcado crecimiento estará liderado por China y la India, destaca el informe.
Pese a las incertidumbres, la OPEP espera "un aumento constante de la demanda de combustible para la industria y el transporte, apoyado por una posible recuperación de la actividad económica", en las principales economías.
Estabilizar el mercado de crudo
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) defendió que su política petrolera "proactiva y preventiva" contribuye a estabilizar el mercado mundial de crudo, y aseguró que la mantendrá en el futuro.
La OPEP hace esta defensa propia en su informe mensual sobre el mercado, después de que el pasado día 1 entrara en vigor un polémico y fuerte recorte de su bombeo, pactado junto a sus aliados, entre ellos Rusia, que enfrió las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí.
El documento destaca los "riesgos a la baja" que pueden mermar la demanda energética mundial por factores de incertidumbre como la invasión rusa de Ucrania, las restricciones con las que China busca combatir los brotes de covid y la inflación.
"Para hacer frente a esta importante incertidumbre y a la mayor volatilidad del mercado, las decisiones proactivas y preventivas de la OPEP y los países productores no pertenecientes a la OPEP (...) seguirán contribuyendo a la estabilidad del mercado mundial del petróleo", asegura el informe.
Tensiones con EEU
Liderada por Arabia Saudí y Rusia, la llamada OPEP+ (OPEP y aliados) sorprendió a los mercados el pasado 5 de octubre al anunciar un recorte de su producción de 2 millones de barriles diarios (mbd), equivalente al 2 % de la oferta mundial de petróleo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que llevaba meses pidiendo un aumento de los suministros para abaratar la energía y frenar la inflación, anunció poco después que revisaría su relación con Arabia Saudí, a quien acusó de alinearse con Rusia contra los intereses estadounidenses.
El recorte, cuyo anuncio impulsó alzas en los "petroprecios", tampoco cayó bien en la Unión Europea (UE), necesitada de fuentes alternativas al crudo ruso ante el embargo a las importaciones por vía marítima del petróleo vendido por Moscú que comenzará a aplicar en diciembre.
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