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Los cambios en la política arancelaria amenazan la producción y la capacidad de recuperación económica de los operadores terrestres de petróleo y gas de EEUU

Rystad Energy prevé que la producción terrestre no alcanzará la producción récord de 11,37 millones de barriles diarios de petróleo alcanzada en noviembre de 2023, al menos hasta junio de este año

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Los operadores estadounidenses de petróleo y gas se han encontrado con una avalancha de cambios en la política económica de la administración Trump durante la última semana, creando incertidumbre en el mercado en una industria ya madura. Rystad Energy prevé que la producción terrestre no alcanzará la producción récord de 11,37 millones de barriles diarios (bpd) de petróleo, alcanzada en noviembre de 2023, al menos hasta junio de este año. Sin embargo, estas perspectivas se enfrentan a serias presiones a la baja si se mantiene la reciente caída de los precios, lo que obligaría a los operadores a reducir la actividad de perforación.

El precio del barril amenaza la producción del esquisto, el petróleo más producido en EEUU
El petróleo del esquisto suponía en 2023 el 64% de la producción total en EEUU.

Para los productores estadounidenses, lo más importante es obtener rendimientos constantes para poder exprimir el máximo de dólares posible de sus barriles. Para estos operadores, la disminución de las tasas de reinversión se debe a la menor presencia en el mercado de operadores privados orientados al crecimiento, así como a su continua orientación hacia un gasto disciplinado y un crecimiento modesto. Los marcos de capital existentes se pondrán a prueba en los próximos trimestres, en caso de que la estrategia arancelaria del presidente Trump provoque una recesión económica y, por extensión, la destrucción de la demanda de petróleo.

Deterioro de la productividad

“Los operadores petroleros estadounidenses se enfrentan a importantes riesgos tanto en el subsuelo como en la superficie a la hora de planificar sus programas de inversión de capital. Mientras que la mayoría de los yacimientos petrolíferos están experimentando un deterioro de la productividad normalizada, los productores estadounidenses también deben competir en un mercado global para satisfacer una perspectiva de demanda incierta pero probablemente en desaceleración”, dice Matthew Bernstein, vicepresidente de Investigación de Petróleo y Gas en Norteamérica de Rystad Energy

Incluso antes de la caída de los precios tras el despliegue arancelario del presidente, los equipos de gestión de exploración y producción (E&P) se preocupaban por la imprevisibilidad de las políticas. Las empresas que cotizan en bolsa planearon un aumento de los volúmenes de aproximadamente un 2,5% en 2025, al tiempo que reducían el gasto en más de un 6%.

Gran parte de este crecimiento, que ahora está en peligro debido al desplome de los precios, está impulsado por algunas de las mayores empresas públicas diversificadas y supergrandes, capaces de desviar flujos de caja de operaciones globales para financiar programas más orientados al crecimiento en el petróleo de baja permeabilidad de EEUU, manteniendo al mismo tiempo la disciplina de capital a nivel corporativo.

Aunque los precios de equilibrio de medio ciclo de la mayoría de los pozos que se perforan en la actualidad se sitúan en torno a los 50 dólares por barril, estimamos que las E&P públicas de tight oil necesitan más de otros 9 dólares por barril para cubrir la rentabilidad de los accionistas.

“Rystad Energy mantiene desde hace tiempo que los presidentes disponen de muy pocas medidas políticas orientadas a la oferta para aumentar la producción de petróleo estadounidense. Hacerlo al mismo tiempo que bajan los precios es aún menos realista, ya que los productores consideran que un WTI de 70 dólares por barril sólo favorece un crecimiento modesto”, añade Bernstein.

Los aranceles tienen poco impacto en los costes de los pozos

Los ejecutivos de E&P también hicieron hincapié en el impacto negativo de los aranceles sobre el acero en su estructura de costes y en la medida en que el aumento de los costes de los insumos dificulta aún más el crecimiento de los volúmenes en un mercado petrolero débil. Sin embargo, en relación con la caída de precios provocada por el inicio de los aranceles, Rystad Energy considera que los aranceles en sí sólo tienen un impacto neto mínimo en los costes de los pozos.

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El crudo West Texas Intermediate se anotaba un caída superior al 2% y cotizaba este martes en 66,77 dólares, su precio más bajo desde el pasado mes de noviembre.

Actualmente, Rystad espera unos 300.000 bpd de crecimiento de salida a salida en 2025, todos en el Pérmico, una concentración que presenta otro riesgo. Los precios del gas natural en el Pérmico siguen siendo bajos, y las proyecciones muestran que la producción de gas seco en la cuenca tiene poco o ningún potencial de crecimiento en 2025.

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