El Gobierno neerlandés aseguró que está “desagradablemente sorprendido” por los planes de reorganización empresarial anunciados este lunes por el grupo anglo-neerlandés Royal Dutch Shell, que quiere trasladar su oficina de La Haya al Reino Unido y simplificar su estructura fiscal a una sola compañía británica.
El ministro en funciones de Asuntos Económicos, Stef Blok, dijo que esta “desagradablemente sorprendido” por esta decisión, de la que fue informado ayer, y explicó que el Gobierno está “en conversaciones con la cúpula de Shell sobre las consecuencias de esta intención para el empleo, las inversiones cruciales y la sostenibilidad, que son extremadamente importantes” para Países Bajos.
La federación neerlandesa de empleadores VNO-NCW también subrayó a la televisión neerlandesa NOS su “decepción” con estos planes porque “es una gran pérdida para Países Bajos”, y este traslado “empeorará el clima empresarial” neerlandés.
El organismo confía en que se pueda encontrar una solución que haga a Shell renunciar a sus planes de simplificar su actual estructura accionarial y trasladar al Reino Unido su residencia fiscal.
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La compañía presentará este cambio a sus accionistas, que votarán el 10 de diciembre si dan el paso de abandonar su oficina en Países Bajos, confirmó Shell en un comunicado.
La oficina central, situada en La Haya, donde se llevan a cabo las reuniones del consejo y la dirección de la compañía, se trasladará por completo al Reino Unido, mientras que el actual nombre, Royal Dutch Shell, cambiará a Shell en la nueva construcción empresarial.
Varios puestos de trabajo relacionados con la oficina en La Haya se trasladarán a Londres, lo que incluye el presidente de la junta, el director financiero y al menos otros diez ejecutivos.
Según la compañía, la simplificación de la estructura empresarial busca garantizar que la empresa pueda operar de una forma más rápida y flexible, lo que “fortalecerá la competitividad” de la empresa y acelerará su estrategia para convertirse en un negocio de emisiones netas cero.
A pesar de esta simplificación, los accionistas aún tendrán el mismo derecho legal de propiedad, de votación y distribución de capital en Shell, indica el comunicado, y agrega que los títulos seguirán cotizando en Ámsterdam, Londres y Nueva York.
También puntualiza que la empresa seguirá siendo un empleador importante con fuerte presencia en los Países Bajos.
El origen de la multinacional petrolera se remonta a 1907, que resultó de una fusión entre la Real Compañía Neerlandesa de Petróleos (1890) y la británica Shell Transport and Trading Company (1897).
Pero desde 2005, Shell se incorporó al Reino Unido con una residencia fiscal neerlandesa y una estructura de acciones dual.
Shell no es la primera empresa angloneerlandesa en hacer este movimiento en el último año, entre otras cosas, atraídos por la ausencia de un impuesto sobre los dividendos en el Reino Unido, que en Países Bajos asciende al 15 %.
Los accionistas de la compañía Unilever, dedicada a productos de alimentación e higiene, votaron a favor de trasladar la sede de la empresa a Londres, apostando por unificar sus oficinas centrales en la capital británica, y renunciar a su doble estructura fiscal británico-neerlandesa.
naughty crow
15/11/2021