Las organizaciones patronales francesas dieron hoy la voz de alarma sobre las consecuencias para la economía de la escasez de carburantes que atraviesa el país a consecuencia de una huelga en varias refinerías de TotalEnergies, el principal grupo energético de Francia, y de Esso.
"Numerosas empresas comienzan a tener verdaderas dificultades para ejercer su actividad", señaló en un comunicado Medef, la principal organización patronal francesa, en una jornada en la que muchas gasolineras francesas tuvieron que permanecer cerradas y otras muchas continuaron experimentando largas colas.
La crisis de carburante
De acuerdo a Medef, un 75 % de los asalariados utiliza cada día su coche para llegar a su lugar de trabajo y es necesario que se encuentre una solución al conflicto para que las gasolineras puedan reaprovisionarse de carburante con el menor retraso posible.
También la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (CPME) de Francia difundió este lunes un mensaje en el que recalcó que "las dificultades de aprovisionamiento de carburantes comienzan a pesar sobre la actividad económica".
"Aunque la huelga sea un derecho, no puede comprometer la libertad de circulación y de trabajar", recalcó CPME, tras advertir que los desplazamientos se han vuelto muy complicados especialmente en la zona norte y en la región de Isla de Francia (donde se encuentra París).
La huelga se ha extendido al menos hasta este martes, según un comunicado difundido hoy por los sindicatos de TotalEnergies, pero el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró en paralelo que las negociaciones van por "buen camino".
"Hace falta que las partes implicadas asuman sus responsabilidades. El bloqueo no es una forma de negociar", declaró Macron a la prensa durante un acto en la localidad de Château-Gontier (en el oeste del país).
La escasez de carburante se debe a la huelga que afecta a tres refinerías de los grupos petroleros Total y Esso, cuyos trabajadores exigen aumentos salariales que compensen el incremento del coste de la vida y más contrataciones.
La huelga en la refinería Esso de Fos (cerca de Marsella) comenzó hace casi tres semanas, mientras que dos instalaciones de Total pararon el martes pasado.
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