Piden que los mayoristas de combustibles paguen el IVA por adelantado para frenar el fraude a Hacienda

El presidente de la Asociación de Vendedores de Combustible al por menor de Castilla y León, Rafael Pizarro, pide a la administración que obligue al pago del IVA por adelantado a los mayoristas de combustibles para frenar el fraude creciente.

En declaraciones a Radio Castilla Cadena SER recogidas por EFE, Pizarro ha explicado que desde que se aprobó la Ley de hidrocarburos de 2015, que permite que mayoristas y minoristas puedan venderse combustible entre sí, se ha generado un fraude que crece cada año.

Hasta ese momento había grandes operadoras que depositaban avales importantes que permitían asegurar que pagarían el IVA una vez vendido el combustible.

Sin embargo, desde ese momento, surgen empresas que venden el combustible a las gasolineras, cobran el IVA y en unos meses desaparecen, con lo que ese IVA no llega a Hacienda.

El fraude en el IVA de los combustibles

Asegura que es un problema que se va agravando cada año y la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude estima que cada ejercicio se dejan de ingresar en las arcas públicas unos 1.900 millones de euros por esta causa.

El fraude aún es mayor porque es práctica habitual de quienes venden ese combustible, fundamentalmente gasóleo, que las gasolineras no cumplan con la obligación de aportar un 11% de combustible bio para reducir el nivel de contaminación y tampoco aporten al fondo contra posibles contaminaciones ni el porcentaje obligatorio para el fondo de reserva.

Esto hace que el gasóleo que distribuyen sea más barato, lo que también lleva a que las gasolineras que no compran este combustible tengan que vender a mayor precio y, por tanto, reducen su facturación, con la consiguiente merma de los impuestos.

Como presidente de la asociación, Pizarro pide que se actúe contra esta práctica y se muestra convencido de que la mayoría de los gasolineros no saben cuándo están comprando este combustible distribuido de forma irregular, aunque "algunos seguro que lo intuyen, porque el precio es inferior al del mercado y nadie da duros a peseta”.

Además del daño a las arcas públicas, la merma de calidad, al no incluir parte de los aditivos, hace que ese combustible aumente el consumo de los vehículos y dañe los motores, advierte Pizarro.