La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo de 2022, pudo recuperar el acceso a la única línea eléctrica de reserva que le quedaba, tras un apagón de tres semanas y en medio de ataques militares, ha informado el OIEA, la agencia nuclear de la ONU.
En un comunicado emitido en Viena, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, destacó hoy que estos incidentes demuestran "los persistentes riesgos para la seguridad nuclear" que sufre la planta.
La conexión de la central a la línea de alimentación externa de 330 kilovoltios (kV) se restableció ayer, jueves, por la tarde, lo que supuso un "reserva muy necesaria" para la central, que ha sufrido ocho pérdidas completas de energía externa en el último año y medio.
La línea de Zaporiyia
La línea de 330 kV se había perdido el 20 de febrero debido a un incidente al otro lado del río Dnipro, dejando a la planta totalmente dependiente de una única línea de 750 kV.
Antes del conflicto, la mayor central nuclear de Europa disponía de diez líneas eléctricas, cuatro de 750 kV y seis de 330 kV, destacó el OIEA en su comunicado.
"Sigo profundamente preocupado por la situación de la seguridad nuclear en esta importante instalación nuclear", declaró Grossi sobre la planta atómica más grande de Europa, con seis reactores, todos apagados desde la ocupación rusa.
Por otra parte, los expertos del OIEA que se encuentran en la planta de Zaporiyia informaron sobre explosiones y otros indicios de actividad militar cerca de la central.
Los especialistas del OIEA escucharon explosiones a distintas distancias de la instalación todos los días de la semana pasada, incluidas explosiones en las inmediaciones por la mañana y por la noche del 8 de marzo y de nuevo el día siguiente.
Sólo el pasado miércoles, el equipo de expertos del OIEA escuchó unos trece disparos de artillería, explica Grossi en el comunicado.
"Lo que antes parecía inimaginable - actividad militar cerca de una central nuclear - se ha convertido en una realidad cotidiana. La situación no mejora y, mientras continúe esta trágica guerra, la central seguirá en peligro", dijo el director general, quien se reunió hoy en Viena con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
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