Una de las frases que ha acuñado la crisis económica es pobreza energética. Un término que ha dado mucho que hablar en estos últimos años, y que conlleva la situación trágica de miles de familias en España.
A pesar de ello, a cifra de beneficiarios del bono social- una rebaja del 25% en la factura eléctrica- terminó mayo en 2,4 millones, lo que supone un descenso del 1% frente al mismo mes de 2015 y del 17,5% desde 2010, según los datos difundidos en el blog de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El organismo -que señala una estabilización en los beneficiarios de bono social- recuerda que a este descuento pueden acogerse distintos colectivos: pensionistas mayores de 60 años con la pensión mínima, familias numerosas, familias con todos sus miembros en paro y consumidores con menos de 3 kW de potencia contratada.
Y detalla cómo han evolucionado el número de acogidos desde 2010 en las distintas categorías.
Así, la cifra de familias numerosas acogidas ha aumentado un 143% respecto a 2010 -de 88.257 a 214.563-, mientras que el número de familias en paro beneficiarias se ha más que triplicado, de 21.658 en 2010 a 76.563 en 2016.
Frente a esto, los consumidores con menos de 3 kW contratados acogidos al bono han caído un 18% -desde 2,5 millones a 1,8 millones- y los pensionistas han subido un 3,9%, de 308.229 a 320.254.
Competencia señala que el descenso en la principal categoría del bono social se explica, entre otros motivos, por un incremento en los mecanismos de control mientras que las alzas en el resto se deben a que disponen de mayor información.
Ayer, el presidente de la patronal de las grandes eléctricas, Eduardo Montes, señaló la necesidad de redefinir este bono “para que vaya a los que de verdad lo necesiten”.