Eléctricas

Podemos apuesta por la nacionalización de las eléctricas y por fomentar el autoconsumo

1 comentario publicado
Pablo Iglesias, líder de Podemos.
Pablo Iglesias, líder de Podemos.

El fenómeno Podemos sigue creciendo y causando estragos entre las formaciones del espectro político de izquierdas español. Y números cantan. Según los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Podemos irrumpe como tercera opción del tablero político español, con un 15,3% frente al 30% del PP y al 21,2% del PSOE. La organización que lidera Pablo Iglesias aún no está constituida como partido, pero ha pasado en dos meses de lograr cinco eurodiputados y 1,2 millones de votos en las elecciones europeas del 25 de mayo, a ser una de las formaciones que más interés han despertado en los ciudadanos. El trabajo de campo de la última oleada del CIS se realizó a principios de julio -antes de la elección de Pedro Sánchez como líder del PSOE- y viene a confirmar un escenario de crisis del bipartidismo en el que PP y PSOE se mantienen como principales partidos aun perdiendo apoyos.

PP y el PSOE siguen como las dos opciones con las que más se identifican los electores, por simpatía o por afinidad ideológica. En cualquier caso, en intención directa de voto, y ante una respuesta espontánea, el 12,8% de los ciudadanos apoyaría al PP, el 10,6% al principal partido de la oposición, mientras que el 11,9% optaría por votar a la formación de Iglesias. Es decir, Podemos se situaría como segunda fuerza.

Si la tendencia observada se mantuviera, no habría que descartar un eventual triunfo de esta emergente nueva izquierda radical. En la hipótesis de que Pablo Iglesias llegara a la Moncloa o participara –situación más probable- en un gobierno de coalición de izzzquierdas ¿cuál sería la política energética que imperaría en España? La cuestión podría sonar a broma, pero no es así, y si no que pregunten en Ferraz, donde los datos del CIS han causado una honda preocupación.

La energía al servicio de las personas

El eslogan de la política energética de Podemos, según figura en su programa político es “La energía al servicio de las personas”. Acabar con la contaminación y el riesgo de cambio climático, es el punto de partida de un plan con fuerza vinculante cuyo objetivo sería ir reduciendo a marchas forzadas las emisiones de gases de efecto invernadero para alejar el fantasma de un cambio climático de efectos devastadores, que se cuantifica en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 y un 95% para 2050, con penalizaciones severas a los incumplimientos.

Dicho esto, el primer objetivo de la formación de Pablo Iglesias sería la nacionalización -control democrático social y público- de las fuentes energéticas y de la producción eléctrica para acabar con el poder de los oligopolios del sector. Con el petróleo y la electricidad bajo control, el siguiente paso sería la puesta en marcha de un plan de rápido desarrollo de las energías renovables mediante la inversión pública, con una dotación suficiente en I+D, para su introducción masiva en las instalaciones de las administraciones públicas y desplegando en paralelo, acciones de apoyo a su implantación en los inmuebles particulares residenciales y empresariales.

45% de renovables en 2030

El objetivo de Podemos es que las fuentes renovables de energía deberán suponer al menos un 45% de la energía primaria en 2030, siendo necesaria la puesta en marcha inmediata del cambio de modelo energético.

Este nuevo modelo incluiría, entre otras, las siguientes medidas:

  • Medidas de apoyo a la autogeneración mediante el impulso de la generación distribuida mediante renovables y facilitar su conexión a la red general para evacuar la energía sobrante, lo que se traducirá en una democratización de la energía.
  • Medidas de impulso a las cooperativas productoras de energía.
  • Cierre programado de las centrales nucleares asegurando alternativas de empleo para sus trabajadores. Políticas orientadas a la correcta gestión de los residuos nucleares.
  • Cierre programado de las centrales de gas y de carbón.
  • Prohibición del fracking, la megaminería, la importación de agrocombustibles y el acaparamiento de tierras con fines energéticos.
  • Plan de rehabilitación energética de edificios y de viviendas con objetivos anuales que, junto a su potencialidad en la creación de empleo cualificado, permita un ahorro estimado para el sector del 50% de su consumo energético respecto al nivel de 2009, sin que todo ello suponga incremento de los precios de alquiler.
  • Impulso de la movilidad sostenible en el conjunto europeo. Nuevo modelo de transporte europeo sin emisiones de gases frente al actual basado en el uso de vehículos altamente contaminantes. Prioridad al transporte basado en la motricidad eléctrica sobre los derivados del petróleo.

Aprétense los cinturones porque con nuestra clase política la energía puede seguir deparando muchas sorpresas. Al tiempo

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Un comentario

  • Tiroporreja

    05/08/2014

    Esperemos que el tiempo haga a nuestros queridos Hispanos,recapacitar y que el libre mercado y el bien comùn hagan que el problema energetico español se arregle.

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