Movilidad

Primera prueba del Dongfeng Box: todo un conquistador

Democratizadores eléctricos hay muchos pero este urbano chino cero emisiones llega con unos argumentos que para nada esperábamos. Aquí te los contamos

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Seguramente el nombre de Dongfeng te suene, aunque sea poco, pues es una de las ramas que han servido para crear, entre otras DFSK. Ahora bien, si ni por esas ha formado parte de tu vocabulario no te culpamos pero solo te decimos que es una de firmas más importantes de la industria automovilística china. Su predecesora, la Segunda Fábrica de Automóviles, se fundó en 1969 y en este tiempo se ha convertido en uno de los pilares maestros de dicho gigante, contabilizando nada menos que 127.000 personas y vendiendo más de 1,2 millones de vehículos en más de 100 países.

Si bien su andadura comenzó con firmas como la propia DFSK o Seres, ahora la apuesta alcanza cotas más altas con marcas que aspiran a copar los puestos altos del sector, como es el caso de Voyah. Sin embargo, dado que China es un país de contrastes, tan pronto hay que estar disponible para la sociedad más acaudalada como para el pueblo más llano y así es como la propia Dongfeng ha decidido desembarcar de primeras con un coche pensado para las clases menos pudientes: el Box.

Su diseño me suena

Estéticamente recuerda a la combinación de varios modelos, poniendo el foco quizá en Smart. K.S.

Un modelo que, no os voy a engañar, suscitaba en mí cierto recelo teniendo en cuenta el precio de tarifa que anunciaba y que, como buen producto chino que hemos probado aquí, bien podría no estar a la altura del exigente estándar de calidad del conductor europeo. Pero sin ánimo de empezar la toma de contacto por el final y a la espera de poder tenerlo con más calma, detenimiento y pausa, la realidad es que el corto espacio de tiempo que hemos compartido ha sido más que satisfactorio; mejorado cuando veas de verdad la tarifa desde la que está disponible.

Cierto es que en el apartado estético no sorprende, principalmente porque en muchos rasgos nos recuerda al Smart #1 (abstenerse comentarios jocosos sobre la facilidad de copia de las firmas chinas, más que nada porque el Smart también es de origen Chino) e incluso la unidad que conduje todavía traía los anagramas del Nammi, como se le conoce en su país de origen. Pero lejos de entrar en valoraciones subjetivas, estamos ante un coche destinado a la urbe, al menos según sus dimensiones, que se extienden hasta los 4,02 metros de largo, por 1,81 de ancho y 1,57 metros de alto, al que acompaña una distancia entre ejes de 2,66 metros, es decir, más de la mitad de la mitad del coche está entre sus dos ruedas, avanzando que estamos ante un coche muy habitable. Con todo, es un rival más propio de los Peugeot e208, Opel Corsa (contacto) o Renault 5 que de los Dacia Spring (prueba) o Citroën C3 (contacto) como bien señalan desde la marca, aunque aquí de nuevo hay que tener en cuenta la variable del precio para entender el porqué de esta relación.

Sorprende por calidad

Las plazas traseras son aptas para adultos de estatura media. K.S.

Volviendo al diseño, todo lo que hemos podido pasar por alto en el exterior nos detiene en el interior. No solo por esa habitabilidad comentada, que nos deja con la boca abierta en una zona trasera en la que dos adultos de estatura media y gran corpulencia pueden acomodarse sin ningún tipo de problema, gracias sobre todo a la gran altura al techo, de las mejores de su segmento. El maletero, por su parte, cubica unos más que buenos 326 litros en los que, eso sí, echamos en falta que el umbral de carga sea menos profundo, una bandeja cubremaletero (inexistente por lo irregular de sus formas) y un hueco para dejar los cables de carga, que bien podría haberse subsanado poniendo de serie un pequeño cofre bajo el capó.

El maletero tiene buena capacidad pero no sus formas no son regulares. K.S.

Sin embargo, todos esas quejas iniciales se eliminan al estar un rato sentados en el puesto de conducción. Primero porque los asientos son relativamente cómodos y tienen regulación en altura en ambos (algo que empieza a no ser común en coches chinos más grandes); y segundo porque la calidad que transmite el salpicadero está por encima de los esperado. Llama la atención el patrón en rombo de toda la zona acolchada, que nos evoca a los DS Automobiles, así como el hecho de que la guantera sea una pequeña bandeja extraíble que bien parece salir de un maletín, pero sobre todo nos ha gustado el tacto general de todo, incluyendo la apertura, cierre y aislamiento de unas puertas que, por cierto, carecen de marco, al estilo de los coupés. Solo hay un detalle de ellas que nos enloquece y que es la disposición de los elevalunas, pues el movimiento es inverso a lo que estamos acostumbrados.

La calidad general es excepcional. K.S.

Más habituados estamos ya a que los modelos de nueva factura dependan de un gran monitor central y este es el caso del Dongfeng Box que reduce todo a la pantalla de 12 pulgadas que integra un sistema multimedia que nos recuerda, y mucho, al empleado por BYD en modelos como el Dolphin (prueba). Esto implica que el funcionamiento es rápido e intuitivo aunque hay que navegar por varios menús para encontrar algunas funciones o, en este caso, para poder activarlas como es el caso de los diferentes niveles de regeneración en la frenada o los programas de conducción. Ya no entramos siquiera en la climatización, pero haber dispuesto algún que otro botón físico para estos comandos rápidos no hubiera estado de más. Mención aparte merece el minimalista cuadro de instrumentos que tampoco nos sorprende por haber sido visto en otros coches como el VW ID.3 (prueba) entre otros.

La pantalla central de 12 pulgadas es vistosa pero un poco liosa de manejar. K.S.

Sí me ha parecido reseñable del sistema multimedia, e indagaremos más cuando lo tengamos más tiempo, es en la posibilidad de personalizar el escritorio como un ordenador; mientras que lo que no es admisible y al parecer están trabajando ya en mejorarlo es que para tener Apple CarPlay y Android Auto integrado y no mediante un dispositivo que se enchufa a la toma de USB para para poder utilizar el teléfono en la pantalla.

Conducimos el Dongfeng Box

El motor tiene una potencia perfecta para ciudad.K.S.

Llegamos a lo importante, el motor y comportamiento. En este sentido, el Box es un coche principalmente urbano con un nivel de potencia con el que empezamos a entender por qué lo podemos asemejar al Spring o al C3. De hecho se sitúa entre los dos pues declara 93 CV y 160 Nm que son más que suficientes para mover sus poco más de 1.500 kilos y con los que alcanza una velocidad punta de 140 km/h. Este bloque recibe la energía de una batería de 42,3 kWh de capacidad con la que homologa una autonomía de 340 km. No vamos a entrar a valorar el rango máximo que puede dar porque no hubo tiempo en la toma de contacto para ello pero sí podemos adelantar que parece bastante más realista que otros eléctricos en los que nos hemos subido, aunque como hemos repetido habrá que esperar. En este sentido, la firma oficializa un consumo medio de 15,6 kWh/100 km que incluso nos han parecido altos para lo que hemos rodado.

El cuadro de instrumentos es pequeño pero da la información completa. K.S.

Al volante la sensación es la de tener un coche con escaso empuje si circulamos, como es el caso, por autopista o carretera secundaria, ya que ni siquiera en el modo Sport (Deporte como lo ponen) mejoraba. De hecho, nos ha parecido un vehículo más apto para circular con el modo Eco activado y así conseguir arañar kilovatios, de hecho, con este programa teníamos la sensación de perder incluso potencia. Un aspecto en el que también indagaremos será en el sistema de regeneración de la frenada pues en el camino de ida este apenas funcionó y tras apagar y encender sí dimos buena cuenta de cómo varía entre el nivel más bajo (Débil) y el de mayor intensidad (Fuerte). No obstante y más allá de que tengamos que manejarlo mediante la pantalla, no vamos a tener una frenada tan intensa como para conducir con un solo pedal.

Se puede conectar en tomas de CC de 75 kW y tiene función V2L.K.S.

Si hablamos de calidad de rodadura aquí el Box saca un notable muy alto. Todo en él causa buena impresión, desde una dirección comunicativa y bastante rápida, hasta unos frenos que no tienen la característica esponjosidad de los eléctricos en la primera parte del recorrido, frenando con progresividad el conjunto. También destaca el buen tarado de la suspensión que sujeta al conjunto con firmeza y comodidad evitando oscilaciones, holguras en los badenes (esencial en un urbano) y cabeceos.

Una de sus grandes virtudes: el precio

Llegamos al final de esta toma de contacto confirmando que Dongfeng ha sabido entrar en la electrificación por donde deberían entrar casi todas: por la puerta de acceso. Más allá de que este Box haya transmitido un empaque general elevado, hay que resaltar la perfecta relación entre equipamiento y precio. Porque la firma china ha decidido poner un PVP de 25.995 euros que si bien es ligeramente superior al de los Dacia Spring o Citroën C3, con tarifas que parten de los 17.890 y 22.590 euros, respectivamente, también ofrece más tamaño, espacio interior y, sobre todo, un completísimo equipamiento de serie, superior en algunos casos a los Renault 5 y Opel Corsa frente a los que es significativamente más barato.

Es el primer modelo propio de Dongfeng que llega a España.Dongfeng

Una tarifa que, ojo, puede rebajarse hasta los 18.995 euros si se hace uso del Plan MOVES III y de la que todavía se espera saber cómo le podrán afectar unos aranceles que en el caso de esta marca rondan el 20%, por lo que es más que probable que durante el comienzo de 2025 este valor pueda subir ligeramente. Por último, quien piense que en España el servicio de venta y postventa no será fiable, Dongfeng se ha guardado las espaldas adhiriéndose al Grupo Salvador Caetano, que también se encarga de comercializar, entre otros, Xpeng.

En busca de la excelencia

El objetivo es que el Boxcellence se perpetúe en el tiempo.Dongfeng

En otro orden de cosas aunque aprovechando su llegada a nuestro país, Dongfeng ha impulsado una atractiva iniciativa que muestra su compromiso social y busca premiar el esfuerzo y la excelencia educativa. Bautizada como BOXcellence, la marca entregará cada año un Dongfeng Box al estudiante de toda España que hay sacado la mejor nota tanto en Bachiller como en la EBAU (los exámenes de acceso a la universidad).

Marina Simón recibe las llaves de mano de Ignacio Román, General Manager de Caetano Automotive España Distribución. Dongfeng

Un proyecto que busca reconocer a aquello quienes, con su esfuerzo y dedicación, se destacan como futuros líderes y agentes de cambio. En esta primera edición, el premio ha ido a parar a Marina Simón, una brillante estudiante de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Politécnica de Valencia, quien logró la mejor calificación nacional en la última EBAU, con un 14, y un sobresaliente en Bachillerato. Marina fue la elegida de entre otros dos candidatos más que obtuvieron las mismas notas, pero en las que su esfuerzo y el saber sobreponerse a las adversidades han dado como fruto el haber conseguido este Dongfeng Box.

Marina espera ya para disfrutar de su Dongfeng Box.Dongfeng

“Este premio simboliza el impacto transformador de la educación y el esfuerzo. Es un recordatorio de que invertir en los jóvenes puede cambiar vidas y marcar el camino hacia un futuro más prometedor y sostenible”, afirmó la propia Marina instantes antes de que Ignacio Román, General Manager de Caetano Automotive España Distribución, le diera sus llaves. Ahora solo queda esperar a que la propia Marina se saque el carné de conducir, acción para la que la propia Dongfeng también ayudará. Como decíamos, esta iniciativa BOXcellence no se limita a esta edición inaugural sino que el objetivo es mantener este proyecto en los próximos años, destacando su enfoque a largo plazo en el apoyo a la excelencia educativa en España.

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