Las grandes patronales del sector eléctrico europeo, Eurelectric, Solarpower Europe, WindEurope y la Federación Europea de Traders de Energía (EFET) han puesto el grito en el cielo contra el intervencionismo de los precios de la electricidad en los mercados europeos.
El foco lo han puesto contra el tope impuesto a la generación inframarginal, es decir, tecnologías como la nuclear, la hidroeléctrica y algunos parques eólicos que ya han dejado de cobrar primas.
El primer país en imponer un tope a las inframarginales fue España. El Gobierno de Pedro Sánchez impuso un límite a estas tecnologías de 67 €/MWh, precio máximo a cobrar en el mercado a pesar de que los precios fuesen más altos.
¿Qué sucedió? Que al quedar fuera los contratos bilaterales, el Gobierno no obtuvo rédito prácticamente por esta medida y solo obtuvo unos cientos de millones que fueron contra las primas a las renovables.
Pero el caso es que la Comisión Europea también vio bien poner un límite. Pero el tope se estableció en 180 €/MWh, absolutamente nada que ver con lo que sucedía en España y los 67 €/MWh.
No es la primera vez que las patronales se quejan del tope a las inframarginales. Ya en abril enviaron una carta a la Comisión Europea pidiendo que se eliminara esa medida a partir del 30 de junio.
Medida tóxica
Ahora vuelven a la carga y califican de tóxica la medida porque el sector ha dejado de invertir en Europa. Y para ello, muestran una serie de datos. Por ejemplo, resultaron un 21% menos de contratos de PPA firmados en 2022 frente a 2021, y solo hubo 17.000 millones de euros invertidos en nueva energía eólica, el nivel más bajo desde 2009. Además, han reducido la posibilidad de que los participantes del mercado estabilizaran los precios para los consumidores (dando cobertura) en una serie de mercados, y redujo el interés de los consumidores en los PPA y otras herramientas de mercado.
"Los topes de ingresos inframarginales son un claro fracaso de la política con un grave impacto en la certeza de los inversores y altos riesgos para el funcionamiento del mercado eléctrico y la transición energética europea", señalan las patronales en un comunicado.
Y es que, según el sector eléctrico hasta la propia Comisión Europea se ha dado cuenta del fracaso que ha supuesto esta medida. Y ha sido la primera en pedir a los Estados Miembro que eliminen las medidas intervencionistas.
Algo que el Gobierno de España no tiene prisa por llevar a cabo. Tal y como contó en una entrevista Teresa Ribera a El Periódico de la Energía, las medidas excepcionales tomadas durante la crisis se llevarán a cabo hasta finales de año, por lo que no se eliminarán antes, y mucho menos estando en elecciones.
Medidas
Por todo ello, las patronales, viendo que en la actualidad existen diferencias entre los Estados Miembro en la negociación de la reforma del mercado eléctrico piden que tomen una serie de medidas entre las que se incluyen las siguientes:
- Suspender la aplicación de intervenciones de emergencia en el mercado eléctrico de la UE y los límites de ingresos a las inframarginales en la legislación nacional según lo prescrito por la legislación de la UE antes del 30 de junio de 2023; y
- Promulgar criterios claros y estrictos para desencadenar una crisis regional de precios de la electricidad y manténgase alejados de incorporar topes de ingresos inframarginales en la reforma de Diseño de Mercado.
"De lo contrario, significaría un daño mayor y permanente a la integridad del Sistema de Mercado Energético Interno, Europa perdería su competitividad en la carrera mundial por la energía limpia, colocando a los inversores en energía en un estado constante de incertidumbre política y en última instancia, comprometiendo alcanzar los objetivos del Green Deal europeo", señalan.
En definitiva, el sector eléctrico ruega a los Estados que acaben con el tope al inframarginalismo
galan
24/06/2023