Redeia obtuvo un beneficio neto de 408,8 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 23,6% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impactado por la finalización de la vida útil regulatoria de sus activos anteriores a 1998, cuyo impacto anual en ingresos asciende a unos 260 millones de euros, informó la compañía.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo presidido por Beatriz Corredor se situó en los 1.024 millones de euros en el periodo de enero a septiembre, con una caída del 13,4%.
Los ingresos (cifra de negocio y la participación en beneficios de sociedades valoradas por el método de la participación) del grupo, del que forman parte compañías como Red Eléctrica o Hispasat, entre otras, se situaron en los 1.428,2 millones de euros, impactados por esa finalización de la vida útil retributiva de las instalaciones con licencia de explotación anterior a 1998.
Mejores cifras sin ese impacto
Excluyendo este efecto pre-98, los ingresos del grupo se habrían incrementado en este periodo un 1,9%, evolución que también habría experimentado el Ebitda y el beneficio neto (+3,8% y +5,4% respectivamente).
Con estas cifras a cierre de septiembre, el grupo ratificó sus objetivos de acabar 2024 con un Ebitda superior a los 1.300 millones de euros y un beneficio neto en el entorno de los 500 millones de euros.
En cuanto a la deuda financiera neta, a 30 de septiembre se situaba en los 5.428 millones de euros, un 9,1% superior al dato de finales de 2023, en coherencia con el aumento del esfuerzo inversor.
Con relación a su estructura financiera, la compañía mantiene una posición sólida, con una deuda diversificada en cuanto a fuentes de financiación y con un rating crediticio que la agencia S&P mantiene en el nivel 'A-', con perspectiva estable; misma calificación Fitch ha ratificado el pasado 8 de octubre.
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