Una mayor adopción de bombas de calor podría reducir la dependencia europea del gas importado (que calienta más del 30 % de los hogares de la UE), pero los altos precios de la electricidad la frenan. Eliminar los costes de las políticas de las facturas de electricidad ofrece una solución sencilla, afirma Ember.
Las ventajas de las bombas de calor sobre las calderas fósiles
“Europa está en pleno invierno y, una vez más, muchos países dependen de combustibles fósiles importados para mantener calientes sus hogares. Las bombas de calor ofrecen claras ventajas sobre las calderas fósiles, pero los costes para el consumidor siguen siendo un obstáculo importante”, afirmó Tom Harrison, analista de transición eléctrica de Ember.
El análisis de Ember muestra cómo los costes no energéticos, como los impuestos y los costes de las políticas, pueden representar el 75 % de las facturas de electricidad en algunos países, lo que resta mucha competitividad a las bombas de calor, a pesar de ser entre dos y tres veces más eficientes que las calderas de gas. Trasladar estos costes a los presupuestos públicos reduciría la relación precio-electricidad/gas media de la UE de 2,85 a 2,51, o a 1,98 si se redirigiera a las facturas de gas.
Las ventas de bombas de calor resultan muy sensibles a estos costes de funcionamiento. Los Países Bajos, con una baja relación precio-electricidad de 1,4, venden tres veces más bombas de calor por cada 1.000 hogares que Alemania, Polonia o Hungría, donde las relaciones superan el 3.
Reemplazar el gas y crear empelo
Europa produce entre el 60 y el 70% de las bombas de calor que se venden en el continente, lo que significa que una adopción más amplia no solo reemplazaría el gas importado con energías renovables locales, sino que también impulsaría el empleo local.
El próximo Plan de Acción de Electrificación de la Comisión Europea ofrece una oportunidad para explorar opciones para que los Estados miembros alivien los impuestos a la electricidad.
“Eliminar los costos de políticas obsoletas y garantizar que los precios de la electricidad sean competitivos con los del gas puede ayudar a transformar las opciones de los consumidores, reducir las importaciones de combustible y fortalecer la industria de bombas de calor de Europa en el corto plazo, cumpliendo así los objetivos 2030 de REPower EU”, dice Tom Harrison, analista de transición eléctrica de Ember.
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