Repsol y Granada se unen para acelerar la descarbonización en el transporte público

El Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada y Repsol han cerrado un acuerdo de colaboración para acelerar la descarbonización de la movilidad en el transporte, una iniciativa que la Junta pretende extender al resto de Andalucía.

Este protocolo de colaboración, que ha sido firmado este viernes por la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Marifrán Carazo, y el director ejecutivo de Movilidad de la compañía multienergética, José Barreiro, impulsará estudios conjuntos para evaluar distintas alternativas, incluyendo la electrificación, el hidrógeno y los combustibles renovables, como biocombustibles avanzados o combustibles sintéticos.

El objetivo del acuerdo, según Carazo, es reducir los niveles de contaminación que sufre Granada y su área metropolitana, uno de los núcleos urbanos con mayor contaminación atmosférica por detrás de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

El apoyo a la descarbonización de Repsol

Aunque en los últimos años se ha observado una disminución de los niveles de dióxido de nitrógeno, no es aún suficiente, según la consejera.

En el marco del acuerdo, el Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada, en el que se contabilizan unos siete millones de viajeros al año en el autobús interurbano, servirá de "banco de pruebas" para promover el empleo de soluciones sostenibles entre los 13 operadores de transporte que forman parte de su red de transporte público, conformada por 62 líneas metropolitanas.

Entre todas las opciones, los combustibles renovables son una solución equivalente y complementaria a otras vías de descarbonización, como la electrificación y el hidrógeno, debido a que son compatibles con la flota actual de vehículos del consorcio, así como con la actual infraestructura logística, lo que los convierte en una opción que permite reducir las emisiones netas de CO~2~ de manera significativa y de forma inmediata.

La consejera pretende que esta experiencia, que comienza en Granada con una vigencia de cuatro años, se extienda al resto de consorcios de Andalucía.

Con la firma de este protocolo, que se enmarca en la Revolución Verde del Gobierno andaluz, se avanza en la lucha frente al cambio climático con la adopción de modelos energéticos sostenibles como la descarbonización del transporte público para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones, la consolidación de la movilidad sostenible y la colaboración en I+D+i orientadas a la transición energética.