Repsol prevé invertir 3.600 millones de euros este año, un 12,5% más que en 2016 (3.200 millones), pero aún por debajo de la cifra prevista en el plan estratégico, que era de 3.900 millones para cada uno de estos dos ejercicios.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha precisado en un encuentro con analistas que, de esa cifra de inversión prevista, 2.700 millones se destinarán al área de "upstream" (exploración y producción) y 800 millones a la de "downstream" (refino y comercialización).
Para los ejercicios posteriores, Imaz ha explicado que se mantienen las previsiones incluidas en el plan estratégico.
Imaz ha avanzado que Repsol prevé reducir su deuda neta hasta 6.800 millones al cierre del presente ejercicio, lo que supondría un descenso del 16 % respecto a los 8.144 millones registrados al término de 2016.
Ese recorte dejaría la relación entre deuda y ebitda (beneficio bruto de explotación) en 1,1, frente a 1,6 al cierre del año pasado.
La petrolera española espera alcanzar este año un ebitda (con los inventarios valorados a coste de reposición) de 6.200 millones d euros.
Repsol prevé obtener un ahorro por sinergias y mayor eficiencia de 2.100 millones en 2017, con lo que adelanta un año el objetivo fijado para 2018.
La petrolera española ingresó el año pasado 5.100 millones de euros por la venta de activos no estratégicos, cifra que supera en un 64 % las desinversiones contenidas en el plan estratégico para el conjunto de los ejercicios 2016 y 2017 (3.100 millones en total).
Entre las desinversiones realizadas por Repsol, destacan la venta del 10% del capital de Gas Natural Fenosa al fondo Global Infrastructure Partners (GIP) y la enajenación de los negocios de gas canalizado en España, Ecuador y Perú, así como de los proyectos eólicos marinos en el Reino Unido.
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