Ribera destaca la solvencia de los datos meteorológicos para combatir el cambio climático

La vicepresidenta en funciones y ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha destacado la solidez y solvencia de los datos meteorológicos como herramienta "capital" para mejorar "la resiliencia frente a fenómenos extremos" y ofrecer información clave para entender tendencias y hacer predicciones.

La ministra ha hecho estas declaraciones durante una rueda de prensa para informar del balance climático del verano, acompañada del portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Rubén del Campo, quien ha avanzado por su parte que este otoño será previsiblemente muy cálido y más lluvioso de lo normal.

El balance climático ha sido presentado por primera vez en sede ministerial y no en la habitual Agencia Estatal de Meteorología a la que la ministra se ha referido como "la casa de fantásticos profesionales que nos ayudan a tener la información puntera en cada momento".

Herramientas contra el cambio climático

Los modelos meteorológicos proporcionan información cada vez más "solvente" y "sólida" para mejorar las predicciones, lo cual resulta "fundamental en este tiempo de cambio climático en el que estamos", ha añadido Ribera.

En los últimos años “nos estamos enfrentando a sequías más largas y de más dureza”, ha asegurado el portavoz de la Aemet.

Si se confirmaran los pronósticos este otoño se podría “atajar” esta escasez de agua, aunque se necesitaría “un periodo muy largo de lluvias abundantes”, ha explicado Del Campo.

A día de hoy la sequía meteorológica afecta a toda la península Ibérica salvo a la cuenca del Tajo considerando las precipitaciones de los 12 meses previos.

También existe una sequía meteorológica de larga duración, es decir, teniendo en cuenta las lluvias de los tres años anteriores, para el conjunto de la España peninsular y en todas las cuencas de acumulación salvo las del Júcar, Segura y Tajo.

En las cuencas del Guadalquivir y Guadiana se trata de la sequía más duradera desde, al menos, 1961; en la cuenca del Pirineo oriental es la sequía meteorológica más intensa desde el inicio de la serie.