"Tenemos motivos sobrados y energía suficiente para seguir exigiendo más acción climática", ha asegurado este lunes la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en relación a la recién finalizada cumbre climática (COP27), celebrada en Egipto.
Ribera, quien ha inaugurado la XVI edición del Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) en el Palacio de Congresos de Madrid de Ifema, ha indicado que la COP27 ha representado la satisfacción y la alegría de "poder dar un paso adelante".
Se trata, ha añadido la ministra, de entrar en una etapa de reconocimiento de "mayor justicia ambiental y de entendimiento".
La acción climática
Una etapa para reconocer que los problemas que afronta el mundo en este 2022 son "un agravamiento predecible de las dificultades que representaba el cambio climático al mundo en 1992, pero con una geopolítica y con una realidad económica completamente distinta", ha apuntado Ribera.
Además, la COP27 "representa la fuerza que supone, a pesar de la decepción de no haber logrado consolidar y avanzar a la altura de lo que nos exige la realidad, la ciencia, los datos observados..., para poder enfrentar lo peor del cambio climático acelerando la acción climática", ha recalcado la vicepresidenta.
"No es posible avanzar en lo que no se conoce y, por tanto, cuando hablamos de adaptación al cambio climático en la escena internacional y en la nacional, no hablamos de cuántos recursos están disponibles como si fuera un elemento añadido a una realidad que parece irremediablemente ininmutable", ha afirmado.
La resiliencia en energía
Al contrario, se trata de "entender bien en qué escenario nos movemos y nos moveremos e integrar por anticipado una capacidad de resiliencia a un mundo más cálido, mucho más anárquico en la disponibilidad de agua".
A un mundo, ha proseguido Ribera, que "amenaza nuestra seguridad alimentaria y que trastorna completamente la mayor parte de los sectores de la actividad económica, que genera inmensas pérdidas en la biodiversidad y en la degradación del suelo, con unos efectos y unos daños extremadamente costosos y duros, sobre todo para los colectivos de los países y de los sectores más vulnerables".
En estos momentos, "vivimos con un incremento de la temperatura de alrededor de 1,1 grados y este es un buen año para entender qué es lo que ocurre con ese incremento de la temperatura: ríos en Europa que no son navegables, grandes incendios forestales como nunca en intensidad y en peligrosidad, dificultades para garantizar la seguridad del suministro alimentario o degradación de suelo, entra otras", ha subrayado.
"Esta es la década de transformación más importante. A escala humana parece imposible acometer tantas transformaciones tan intensas y profundas sobre todo en la escala de valores, en las prioridades de las sociedades, algo que es indispensable porque si hay algo con lo que no podemos jugar es con las leyes de la naturaleza y de la física, con el modo en el que los ecosistemas pueden reaccionar y absorber hasta cierto límite", ha apuntado.
Durante su intervención, Ribera ha rendido un homenaje a Shauna Aminath, la ministra de medio ambiente de Maldivas, la persona que "ha estado conmigo cofacilitando las complicadas pero esperanzadoras negociaciones en materia de adaptación" y que, además, este año "le tocaba la presidencia de los pequeños estados insulares".
"Ella transmitía la convicción en su mirada de lo justas que eran sus reivindicaciones y, al mismo tiempo, con una amabilidad y un cariño infinitos, trasladaba la fuerza para poder avanzar", ha recordado Ribera.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios