La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tiene el enemigo en casa, es decir, en el propio Ejecutivo al que pertenece. Esta semana, Ribera quería llevar al Consejo de Ministros su polémica Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pero tanto en la reunión de secretarios y subsecretarios como en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos fue rechazada por varios compañeros de gabinete.
Según fuentes internas del Gobierno, la ley fue elevada a los asuntos para tratar y llevar al Consejo de Ministros de este viernes, pero finalmente no se incluyó en el índice.
Su Ley de Cambio Climático y Transición Energética no es del gusto de otros compañeros de gabinete y la ministra lo sabía, pero como el presidente Pedro Sánchez iba a anunciar la convocatoria de elecciones para el 28 de abril, de repente, entraron las prisas en el Ministerio para la Transición Ecológica para tratar este asunto y llevarlo al Consejo de Ministros, a sabiendas que no daba tiempo para su aprobación en las dos cámaras, Congreso y Senado.
Al tratarse de una norma con rango de Ley que tiene relación con distintos departamentos ministeriales tiene que ser aprobada antes en la Comisión Delegada del Gobierno de Asuntos Económicos. Esta comisión tiene entre sus funciones examinar y deliberar sobre todas aquellas propuestas relevantes en materias que tengan contenido económico o afecten a la economía española en su conjunto o a sectores relevantes, con independencia del instrumento formal en que se plasmen: propuestas normativas, planes, programas de actuación, entre otras y, en concreto, las referidas a las áreas económicas sectoriales, empleo, infraestructuras, suelo, vivienda, medio ambiente, agua, investigación, sociedad de la información, telecomunicaciones e innovación, inversiones públicas, documentos de presentación obligatoria a la Unión Europea, políticas comunitarias con impacto en sectores económicos, defensa y promoción de la competencia.
Y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética cumple con estos requisitos ya que adopta medidas que calan de lleno en sectores económicos tan importantes como la automoción, la energía, la construcción, etc.
Estas mismas fuentes del Gobierno explican a este diario que la comisión rechazó el anteproyecto de Ley y que por tanto se quedó fuera del índice de asuntos a tratar en el Consejo de Ministros ordinario de este pasado viernes.
A Ribera le sucede un caso parecido al del exministro francés del ramo, Nicolas Hulot, que acabó abandonando su cargo al ver como otros miembros del Gobierno rechazaban una y otra vez sus trabajos. No es que Ribera vaya a tirar la toalla, pero sí está sufriendo en sus propias carnes como su proyecto estrella, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, es rechazado dentro de su propio ejecutivo.
Ribera, tras la polémica surgida por su prohibición al diésel a partir de 2040 o la obligación a las petroleras a tener una serie de electrolineras en sus estaciones de servicio, creía oportuno sacar algunas cosas de la Ley para ser aprobadas a través de Real Decreto Ley ya que veía que era urgente aprobar algunas de estas medidas.
Finalmente, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética no verá la luz en esta legislatura. Habrá que esperar al nuevo Gobierno para verla aprobada. Este viernes, el presidente Pedro Sánchez anunció la convocatoria de elecciones generales para el próximo 28 de abril, por tanto aunque se eleve a Consejo de Ministros en las próximas semanas, no daría tiempo a su largo proceso de enmiendas en las cámaras legislativas.
España, por tanto se queda sin Ley de Cambio Climático hasta nueva orden. Otro paso atrás.
Dabama
16/02/2019