Rusia mantendrá la prohibición a la exportación de gasolina y diésel todo el tiempo que sea necesario para garantizar la estabilidad del mercado interno ruso de hidrocarburos, ha declarado el viceprimer ministro ruso Alexandr Novak.
"Todo el tiempo que sea necesario para garantizar la estabilización del mercado interno", afirmó en declaraciones al margen del club de debate Valdai, citado por la agencia TASS.
Novak señaló que tras el veto que entró en vigor este 1 de octubre, el precio del combustible en la mayoría de las regiones rusas cayó entre 3.000 y 10.000 rublos (30 a 101 dólares) por tonelada de diésel, lo cual incidirá positivamente en los precios de las gasolineras.
Según el vice primer ministro, el Gobierno y el Servicio Antimonopolio ruso controlarán "de modo estricto" la caída de los precios del combustible en las redes de distribución independientes.
Los combustibles para Rusia
Novak señaló que el propósito del Gobierno es evitar que el crecimiento de los precios del combustible en las gasolineras sea mayor que la inflación en 2023 y 2024.
Rusia anunció el pasado 21 de septiembre la introducción de aranceles a la exportación con el fin de frenar la caída del rublo, y la prohibición de la exportación de gasolina y diésel ruso, para poner coto al incremento de sus precios en el mercado interno.
La única excepción de esta medida serán cuatro socios de Rusia: Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán.
Rusia, uno de los principales productores de petróleo del mundo, exportó casi 5 millones de toneladas de gasolina y 35 de diésel en 2022.
La moneda rusa alcanzó a mediados de agosto los 100 rublos por cada moneda estadounidense y después de varias medidas gubernamentales, se reforzó ligeramente, aunque en las últimas semanas ha vuelto a depreciarse al mismo nivel.
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