La eléctrica alemana RWE incrementó en el primer semestre el beneficio neto hasta 1.024 millones de euros, un 4,6% más que en el mismo periodo de 2013, y anunció el cierre de centrales eléctricas de generación convencional.
RWE informó hoy de que la ganancia operativa se redujo entre enero y junio un 40,1%, hasta 2.271 millones de euros. "El suave invierno y la consiguiente baja demanda de calefacción junto con el bajo nivel de precios en los mercados de electricidad condujo a una caída significativa en el beneficio del primer semestre de 2014", dijo RWE en un comunicado.
RWE facturó entre enero y junio 25.087 millones de euros, un 9,6% menos que en el primer semestre del pasado ejercicio.
La compañía alemana recordó que el resultado de 2013 había tenido un efecto extraordinario por el proceso de arbitraje sobre los precios con el productor ruso Gazprom, con el que tuvo unos ingresos de unos 1.000 millones de euros.
Debido al significativo deterioro de los precios en el mercado mayorista de electricidad, RWE prevé reducir una capacidad de generación convencional adicional de 1.000 megavatios hasta 2017 y terminar contratos de suministro para el uso de unos 500 megavatios.
De este modo la capacidad de generación de centrales eléctricas que RWE va a apagar parcial o totalmente en Europa continental o que no utiliza por las difíciles condiciones de mercado en la generación convencional aumenta a unos 9.000 megavatios.
"La generación de electricidad convencional pierde terreno, no sólo en RWE", dijo el presidente de la compañía, Peter Terium. El presidente de RWE pidió al Gobierno alemán a "crear una base económica viable para continuar operando instalaciones de generación indispensables y así complementar la expansión de la energía renovable".
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