Los gigantes petroleros Shell y Equinor se enfrentan a un juicio en Edimburgo para defender los permisos de explotación de los campos Rosebank y Jackdaw, en el Mar del Norte, cuestionados por las organizaciones Greenpeace y Uplift por su impacto ambiental no evaluado.
Ambos proyectos, considerados fundamentales por las compañías, están siendo analizados en una revisión judicial promovida por Greenpeace y Uplift, quienes argumentan que los permisos se concedieron sin una evaluación adecuada de las emisiones generadas, incluyendo aquellas derivadas de la quema del petróleo y gas extraídos.
El juicio comenzó después de que el periódico Financial Times revelase que las propias compañías admitieron que sus permisos son ilegales, ya que se aprobaron sin evaluar el impacto total de sus emisiones, tras un fallo de la Corte Suprema que exige que los reguladores consideren no solo las emisiones directas, sino también las derivadas de la quema de combustibles fósiles en nuevos proyectos.
Activistas se manifestaron este martes frente al Tribunal de Sesiones de Escocia en Edimburgo al inicio del proceso judicial.
Los permisos de Equinor y Shell
Argumentaron que los permisos para el yacimiento petrolífero de Rosebank, frente a las costas de Shetland, y el yacimiento de gas de Jackdaw, frente a Aberdeen, fueron otorgados sin cumplir la normativa, lo que les convierte en ilegales y compromete la seguridad climática y la vida marina en el Mar del Norte.
Si el tribunal falla a favor de los grupos ambientalistas, Shell y Equinor tendrían que presentar nuevas evaluaciones de impacto ambiental antes de avanzar con la extracción, lo que afectaría significativamente a las empresas, que defienden la importancia de estos proyectos para la economía y la seguridad energética del Reino Unido.
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