Siemens Gamesa reanuda la venta de su turbina 4.X tras superar problemas técnicos

Tras más de un año de dificultades, Siemens Gamesa ha reanudado las conversaciones con clientes para la venta de su plataforma 4.X, una de las turbinas eólicas más emblemáticas de la compañía. Un portavoz del fabricante europeo confirmó que este martes se han retomado las actividades comerciales, aunque con un enfoque limitado en mercados seleccionados.

"Mantenemos el calendario anunciado y retomamos las actividades de ventas con nuestra turbina 4.X", afirmó el portavoz. "Sin embargo, las ventas serán modestas al principio, ya que nos enfocamos en mercados seleccionados. Lograr el éxito financiero sigue siendo nuestra principal prioridad".

Este paso se da luego de que la compañía sufriera una crisis por defectos generalizados en los modelos 4.X y 5.X, problemas que salieron a la luz hace más de un año. Los fallos, relacionados con los cojinetes y las palas del rotor de las turbinas, provocaron grandes pérdidas financieras a Siemens Gamesa y desembocaron en el despido de los ingenieros responsables.

Mejoras técnicas

El mes pasado, Siemens Energy, la empresa matriz de Siemens Gamesa, ya había adelantado sus planes para relanzar la plataforma 4.X, con un enfoque inicial en mercados del sur de Europa. "Hemos llevado a cabo una investigación exhaustiva. Fueron más de 12 meses de mejoras técnicas, rediseños y, obviamente, un proceso de calificación de proveedores muy riguroso", dijo el CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, cuando anunció la noticia.

Bruch también reveló que el diseño de la plataforma tuvo que ser parcialmente replanteado para garantizar su calidad. "En esencia, ciertos principios de diseño se mantienen, pero – impulsados por las experiencias de calidad – han sido mejorados y se están implementando actualmente", señaló.

El desafío ahora es recuperar la confianza de los clientes y estabilizar las finanzas. Siemens Energy espera que, bajo el liderazgo de su nuevo CEO, Vinod Philip, Siemens Gamesa alcance el punto de equilibrio en el año fiscal 2026, un objetivo que, aunque dos años más tarde de lo previsto inicialmente, marca una ruta hacia la recuperación.