El grupo alemán de ingeniería y tecnología Siemens obtuvo un beneficio neto atribuible de 3.855 millones de euros en los nueve primeros meses de su año fiscal, que concluirá el próximo 30 de septiembre, lo que representa una caída del 26,5% en comparación con su resultado del mismo periodo del ejercicio precedente, según indicó la multinacional.
En los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, los pedidos recibidos ascendieron a 73.292 millones de euros, un 8,4% más que un año antes, mientras que los ingresos crecieron un 3,1%, hasta 62.327 millones de euros.
Entre abril y junio, tercer trimestre fiscal para la empresa, Siemens registró un beneficio neto atribuible de 1.032 millones de euros, un 6,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
En este intervalo, los pedidos de la compañía alemana crecieron un 7,5%, hasta 24.514 millones de euros, mientras que la facturación de Siemens creció un 3,9%, hasta 21.275 millones.
"A pesar del significativo entorno más débil en nuestros mercados clave, confirmamos nuestra previsión para el ejercicio", declaró Joe Kaeser, presidente y consejero delegado de Siemens, para quien la geopolítica y la geoeconomía están minando la confianza de los inversores.
En este sentido, Siemens ha reconocido el "significativo deterioro" registrado en el mercado durante la segunda parte de su ejercicio fiscal, a pesar de lo que la alemana sigue confiando en lograr un "crecimiento moderado de los ingresos" al margen del tipo de cambio y los efectos de portafolio, aunque el fabricante ha admitido que será "más difícil" cumplir sus expectativas.
De este modo, Siemens mantiene su previsión de alcanzar un beneficio por acción básico de entre 6,30 y 7 euros, excluyendo los cargos por indemnizaciones por despido.
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