Soltec se encuentra en una encrucijada financiera que ha hecho saltar las alarmas en los mercados. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender de manera cautelar la negociación de sus acciones, una medida que no se levantará hasta que la compañía publique su informe financiero del primer semestre del año.
El motivo detrás de esta suspensión es el retraso en la presentación de los resultados semestrales, que estaba programada para el 30 de septiembre. Según Soltec, este incumplimiento se debe a una auditoría en curso, dirigida por la firma Ernst & Young (EY). La revisión contable, clave para determinar la salud financiera de la empresa, está retrasando la publicación de los resultados en un momento en el que la compañía ya había alertado sobre problemas en sus cuentas.
Discrepancias contables y reorganización estratégica
En abril de 2024, Soltec informó a la CNMV sobre la existencia de discrepancias contables en las cuentas anuales de 2023. Estas diferencias, relacionadas con contratos con cláusulas "Bill & Hold", alteraron la contabilidad de la compañía, afectando ingresos por 192 millones de euros y gastos por 144 millones de euros.
Para hacer frente a este contexto adverso, la empresa ha emprendido una profunda reorganización, diseñando un nuevo plan estratégico que busca optimizar su estructura operativa y financiera. Entre las medidas contempladas, Soltec pretende centrarse en sus áreas más rentables, como el suministro de seguidores solares, y reducir su exposición a negocios menos lucrativos, como la gestión de activos de energía solar (IPP) y los servicios de construcción internacional.
Sin embargo, la crisis financiera de la compañía ha ido más allá de los problemas contables. Soltec ha iniciado negociaciones con las entidades acreedoras de su división industrial, Soltec Energías Renovables, tras la decisión de una de las entidades del sindicado bancario de no extender la prórroga tácita de un préstamo sindicado de 90 millones de euros. A esto se suma una línea de crédito de avales por valor de 110 millones de euros. La compañía espera que, con un acuerdo con sus acreedores, pueda estabilizar su situación y avanzar en su plan de transformación.
Predecesores
El caso de Soltec no es un hecho aislado en el sector de las renovables en España. Otras empresas, como Solarprofit y Holaluz, dedicadas al autoconsumo solar, ya han mostrado señales de debilitamiento, lo que hace temer un recrudecimiento de las dificultades en la industria fotovoltaica.
Solarprofit, una compañía de Llinars del Vallès, cotizada en el BME Growth, fue uno de los primeros casos en mostrar signos de crisis. La empresa se vio obligada a implementar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó al 90% de su plantilla. La caída de la demanda de instalaciones solares residenciales y comerciales ha sido la principal causa de esta drástica medida, que ha provocado una reducción significativa en su capacidad operativa.
Por otro lado, Holaluz también ha sido víctima de las dificultades financieras en el sector. El pasado 1 de mayo, el BME Growth suspendió la cotización de la empresa por no haber publicado a tiempo su información financiera auditada. Tras su regreso al mercado, sus acciones cayeron un 20%, dejando a la compañía en una situación crítica. A pesar de recurrir a medidas de emergencia, incluida una operación de 4 millones de euros, la empresa sigue enfrentando problemas que han llevado incluso a presionar a la Generalitat de Cataluña en busca de un rescate.
A estas dos compañías se suma Sunalizer, el marketplace que conectaba a instaladores con viviendas para la instalación de paneles solares. La empresa anunció recientemente el cese de sus operaciones tras seis años en el sector, poniendo de manifiesto que la crisis en el autoconsumo solar está alcanzando a todas las áreas del negocio.
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