Renovables

Subastas 'made in Nadal' o 'modelo Ribera', el gran dilema en el sector de las renovables

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España ha superado el récord de instalación de renovables en 2019, y crece al ritmo más alto de la última década, entre otras razones por las subastas de renovables de 2016 y 2017 y porque sus ganadores tenían que estar conectados antes de comenzar 2020. Sin embargo, ese ritmo comienza a decaer y todo el sector renovable coincide en lo mismo: las subastas son necesarias y cuánto antes se convoquen mejor.

El problema es que hasta que no se apruebe la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que modifique la Ley del Sector Eléctrico de 2013, no se pueden convocar nuevas subastas con un sistema muy diferente a las anteriores. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho en varias ocasiones que pretende reformar por completo su metodología. En el 'modelo Nadal' se subastaba la potencia (MW) de los proyectos y en el 'modelo Ribera' se pretende que las empresas compitan por un precio fijo al MWh, es decir, por la generación.

Si hay que esperar a esas nuevas subastas, es más que probable que hasta 2021 no se puedan convocar. Serían las primeras tras cuatro años. Un parón que no es positivo para las empresas del sector.

La intención de Ribera es presentar el anteproyecto de Ley al Parlamento a finales de marzo como muy tarde, pero el proceso de tramitación es largo y complejo, lo que puede llevar a su aprobación definitiva para el mes de septiembre u octubre. Y poco después, el Gobierno podría aprobar un Real Decreto Ley con la convocatoria de subastas. Muy tarde.

"Es necesaria la inminencia de unas subastas de renovables porque hay que dar continuidad a las señales de precio para los inversores", señala José Donoso, director general de UNEF, "necesitamos que se mantenga el ritmo de crecimiento en el sector renovable pero que además sea competitivo, democrático, donde también participen las pequeñas y medianas empresas y que se consigan los mejores precios. Y el modelo de subastas de Álvaro Nadal no era el más adecuado para ello".

Incluso podría darse el caso de que "todos los proyectos que han conseguido puntos de conexión pudieran participar ofertando al mismo precio suelo, con lo que si en julio de 2017 hubo 4.000 MW ganadores, ahora podrían ser entre 50 y 60 GW, una cantidad desmedida", añade.

"Nuestra postura es que no se pare el sector", afirma por su parte José María González Moya, director general de APPA Renovables, "venimos de 2019 con una actividad enorme y el 2020 no se debe parar, no queremos dar un año por perdido porque lo que más perjudica es el acelerón-parada, que es lo que ha ocurrido en los últimos años".

La única opción posible para que se puedan convocar subastas sin necesidad de aprobarse la Ley de Cambio Climático rescatando el sistema de subastas de 2017. "Preferimos que haya subastas a que no las haya, y si hay que volver a convocar con ese modelo, habrá que aceptarlo", continúa González Moya, "pero se puede modelar, por ejemplo incluyendo plazos más apretados para poner en marcha los proyectos, avales más altos o pedir otros criterios que favorezcan la entrada de proyectos que ya están muy avanzados y sobre todo, que acuda quien realmente quiere construir".

"Hay que cambiar el modelo de subastas, en eso estamos todos de acuerdo, y luego que se convoquen lo antes posible", explica Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de AEE, "no nos gusta el modelo anterior de subastas, daba señales erróneas a los inversores y era demasiado complejo. Habría que hacer un pay-as-bid, y ganar lo que se oferta".

Sin embargo, a día de hoy ya existen otras posibilidades de financiación, como los PPAs. Es lo que ha ocurrido en la última subasta de Portugal, que han presentado ofertas por debajo de los 20 euros pero porque tenían cerrados PPAs a precios superiores, asegurándose la venta. Entonces ¿para qué se necesitan las subastas? "No es porque no se puedan hacer instalaciones a merchant, sino para que se cumplan los cupos del PNIEC. El gobierno debe tener una herramienta para asegurarse que se cumplen, pero si lo dejas todo en mano de los inversores, participarán mientras les sea rentable hacerlo, y con el sistema marginalista actual, la tendencia es que se hundan los precios", concluyen Willstedt.

Por último, para la asociación Protermosolar son necesarias nuevas subastas que permitan la incorporación de nueva potencia termosolar en el mercado, pero no espera que sean específicas para su tecnología sino que incluyan otros requisitos además del precio como la gestionabilidad o la generación de empleo para que puedan participar a igualdad de condiciones con el resto de tecnologías.

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