Las fuertes subidas de los precios del combustible en Indonesia, por encima del 30 por ciento tras el primer recorte a los subsidios en ocho años, ha sumido al país en un clima de descontento plasmado en las decenas de protestas en los últimos días en las principales ciudades.
Cientos de conductores de Grab y Gojek, las dos aplicaciones de transporte de pasajeros más exitosas, colapsaron este lunes una de las arterias principales de Yakarta, frente al palacio del gobernador de la capital, mientras un millar de manifestantes se congregaron frente al Palacio presidencial.
Los precios en Indonesia
Said Iqbal, presidente de la Confederación Indonesia de Sindicatos y del Partido Laborista, declaró a Efe que si el Gobierno no da marcha atrás habrá más protestas durante el próximo mes y se celebrará en noviembre una huelga general.
Como en las manifestaciones celebradas durante la última semana en las principales ciudades, las fuerzas del orden desplegaron fuertes medidas de seguridad por miedo a incidentes violentos y a saqueos en gasolineras en un clima de creciente descontento social que amenaza la estabilidad política.
El presidente del país, Joko Widodo, justifica la decisión como la "última opción de su Gobierno" ante el aumento de la cantidad dedicada a los subsidios en 2022, tres veces más de lo desembolsado en todo 2021 debido al aumento global de los precios y a la depreciación de la rupia indonesia.
Los manifestantes critican que un incremento superior al 30 por ciento como el que entró en vigor el pasado 3 de septiembre supone un coste difícil de asumir para millones de familias.
Ayudas económicas
Cuando presentó la medida Widodo insistió en que los subsidios deberían ir dirigidos a los menos privilegiados, y anunció una ayuda económica directa de 150.000 rupias al mes (10 dólares o euros) para 20,65 millones de familias en situación difícil y otra ayuda para 16 millones de trabajadores con salarios bajos por valor de 600.000 rupias al mes (40 euros o dólares).
Widodo anunció un aumento de precios similar en 2014, poco después de acceder al cargo, lo que también provocó fuertes protestas en las calles, al igual que con anteriores aumentos de los precios de los carburantes.
Los subsidios sobre los combustibles han contribuido a contener el crecimiento de la inflación en Indonesia, que el mes pasado fue del 4,69 por ciento.
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