Es de sobra conocido el avance que los países nórdicos poseen en relación al vehículo eléctrico. Con Noruega siendo una referencia en la venta de los coches cero emisiones ahora es Suecia la que quiere dar un golpe sobre la mesa. Porque la intención de la región escandinava es abrir el primer tramo de carretera permanentemente electrificado. La intención es inaugurarlo para 2025 permitiendo así a los coches con batería que circulen por él ir recargándose en movimiento.
Sin embargo, el gobierno de Suecia ha decidido que ya es hora de dar el paso y poner a disposición de los usuarios un tramo en el que viajen sin problemas de carga, logrando así recorrer más distancia sin necesidad de parar. La carretera elegida será la E20, situada a medio camino entre las principales ciudades de Suecia: Estocolmo, Gotemburgo y Malmö. Todavía no se ha concretado el número de kilómetros iniciales con los que contará el primer tramo pero sí que el objetivo del plan general es el de cubrir los más de 3.000 kilómetros de carreteras suecas con estas tecnologías. La otra tesitura es ver cómo harán para electrificarla y qué tipo de tratamiento emplearán.
¿Qué tecnología empleará?
Decimos esto porque Suecia no es novel en estas lides y en 2016 ya estrenó un pequeño trayecto de dos kilómetros en Gävle que con líneas aéreas eléctricas que permitía a los coches eléctricos de mayor volumen (camiones y autobuses) cargarse mientras circulaban en algo similar a las líneas de tren o tranvías. Un poco más tarde, se electrificó otro kilómetro y medio en Gotland utilizando bobinas de carga colocadas debajo del asfalto y en 2018, en Trafikverket se presentó el primer riel de carga del mundo en un tramo de dos kilómetros que permitía que los camiones eléctricos bajaran un brazo móvil que recogía energía.
El siguiente paso lógico sería conseguir una carretera similar a la de Gotland, es decir, bajo el asfalto. Una tecnología que el Grupo Stellantis a través de su firma italiana FIAT ya lleva probando varios meses pero con unos resultados algo cautos, así como en alguna ciudad de Alemania y Michigan (Estados Unidos). Esta tecnología funciona de manera muy similar a la carga inalámbrica Qi en los teléfonos móviles. Para conseguirlo se incrustaría una placa bajo el asfalto que entraría en conexión con la bobina receptora que equiparían los coches para así cargarlo mientras circulan.
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