Vivimos un momento económico delicado, no hay duda. A la inestabilidad geo-política se une una escalada de precios y una subida del IPC como hacía tiempo que no se daba. El sector del automóvil no es, por desgracia, ajena a ello y en menos de dos años el aumento de la tarifa de los coches nuevos se ha incrementado en más de un 20%, según un análisis que emitió hace algunas semanas la Agencia Tributaria. Ello implica que el precio medio de un coche nuevo en España ronda actualmente los 24.000 euros cuando en 2020 era de poco menos de 20.000 euros.
La falta de suministros, de materias primas e incluso de microchips unidos a los parones en el transporte y a la Guerra de Ucrania han provocado que lleguemos a esta situación. En el caso de los coches eléctricos pasa algo parecido aunque el usuario final no sea tan consciente dado que el ticket medio de estos vehículos siempre ha estado situado por encima de los 30.000 euros. Una batalla que Tesla también quiere ganar.
La marca propiedad de Elon Musk sigue de dulce gracias a que en 2022 cerró con una subida del 40% en sus ventas mundiales lo que implicó superar las 1,31 millones de unidades en todo el mundo que es mucho para una marca que no alcanza ni las dos décadas de vida. Ello ha provocado, lógicamente, que sus ganancias brutas vayan hacia arriba. De hecho según informe elaborado por Reuters, en el tercer trimestre del año pasado cada vehículo que vendía le reportaba una ganancia de 15.653 dólares (unos 14.400 euros). Un dato que cobra más relevancia si tenemos en cuenta que supone más del doble en comparación con Volkswagen y, ojo, cuatro veces más que Toyota o cinco más que Ford, fabricantes de los que poco o nada descubrimos a estas alturas.
Bajada de precios
Esta situación le permitirá a Tesla sacar toda su artillería para que el resto de fabricantes se echen a temblar, es decir, bajar los precios. Una medida que ya se ha hecho efectiva en nuestro país donde los dos modelos más demandados, el Model 3 y el Model Y, primero y tercero más vendido del 2022 por cierto, han bajado un 15 y un 10% respectivamente. Si bien la californiana se subió al mismo tren que el resto de marcas incrementando el precio de sus vehículos durante los primeros meses del ejercicio pasado ahora parece que puede romper la banca haciendo justo lo contrario.
Una estrategia que, como decimos, ya ha empezado a implementar en nuestro país así como en China donde quiere optar al liderato que ahora sustenta BYD, la misma que ha aunciado ya una subida de los precios. Para controlar los costes de producción, Tesla ha invertido mucho en nueva tecnología de fabricación, como el uso de grandes piezas fundidas para reemplazar otras más pequeñas de metal, incorporar fabricación de baterías y otros elementos a su cadena de suministro o estandarizar los diseños de vehículos para mejorar su economía a escala. Si bien los grandes fabricantes de automóviles como VW, Ford y GM tienen vehículos de combustión y un saco más grande para hacer negocios, han tenido menos tiempo para optimizar sus procesos de producción de vehículos eléctricos lo que puede dificultar mantenerse al día con esta guerra de precios que está cada vez más viva. Con más margen para jugar, Tesla parece tener un as muy efectivo bajo la manga.
Piloto
24/01/2023