Unos tanto y otros tan poco. Con un problema cada vez más creciente en nuestro país como es el de la red de carga pública, hay fabricantes que consiguen los objetivos marcados para todo un territorio. Este es el caso de Tesla. La firma de automóviles californiana es famosa en el mundo entero por dos aspectos: su sistema de conducción semiautónoma y la excelente gestión eléctrica de sus automóviles unida a una red de supercargadores extensísima.
La misma que se ha expandido nada menos que un 35% en el último año según datos recogidos por Finbold, canal online especializado en el mundo de las finanzas. De esta forma, a finales del primer semestre de este 2022 la firma californiana contabilizaba ya un total de 3.971 supercargadores repartidos por todo el mundo, frente a los 2.966 del mismo periodo del año anterior. Del mismo modo, la compañía registró un aumento del 7,45% en la adquisición de cables de carga para supercargadores con un total mundial de 36.165 durante el primer semestre.
Un crecimiento en el que Tesla ha sabido sortear, para sorpresa de muchos, la escasez de microchips. De hecho, mientras que el resto de empresas especializadas en la fabricación de estaciones de carga han expresado su preocupación debido a dicha crisis, la americana ha conseguido sobrevivir reestructurando su software para ser compatible con opciones alternativas.
Nuevos caminos de expansión
Unos datos que no hacen sino confirmar igualmente el objetivo de Tesla de convertirse en líder destacado de la electromovilidad mundial, logrando de momento colocar al Model Y como el eléctrico más vendido de Europa y al Model 3 como el más demandado de España. Y es que desde el comienzo de su andadura, las estaciones han jugado un papel clave para el crecimiento de la firma de Elon Musk. Tanto es así que ha adoptado nuevas estrategias como la apertura de parte de sus supercargadores (muy criticada por sus principales defensores) o un nuevo método de fabricación que permite montar una estación en pocos días simplificando el proceso de instalación al administrar sin problemas tareas como encontrar una ubicación adecuada y contratar un instalador.
De hecho, aunque Tesla apunta a expandir la red de supercarga principalmente en América del Norte, Europa y Asia, la compañía ha colaborado recientemente con las autoridades de California para ayudar al estado a expandir los vehículos eléctricos a las áreas rurales. Tras la medida, la Comisión de Energía de California aprobó las propuestas de Tesla para construir nuevas instalaciones de supercargadores en comunidades rurales específicas para favorecer el tránsito hacia la movilidad cero emisiones. Al mismo tiempo, Tesla está pendiente de ver si las tiranteces existentes entre Estados Unidos y China llegan a su fin pues el gigante asiático sigue siendo uno de los grandes desafíos de la empresa. De momento las autoridades chinas han limitado el uso y la compra de sus modelos dentro de su territorio.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios