La Comisión Europea (CE) presentará este miércoles un amplio paquete legislativo para garantizar entre 2020 y 2030 el impulso de las energías renovables en la Unión Europea (UE), reforzar la eficiencia energética y regular el mercado interior de energía.
El llamado "Paquete de Invierno", que se espera apruebe mañana el colegio de comisarios de la CE, busca cumplir tres objetivos de la UE para 2030 recogidos en el Acuerdo de París: reducir al menos un 40% las emisiones contaminantes (respecto a 1990), elevar la cuota de energías renovables por encima del 27% y mejorar al menos otro 27% la eficiencia energética.
La nueva legislación, que abarca un millar de páginas, responde, entre otras razones, a que la UE no alcanzará sus metas medioambientales para luchar contra el cambio climático si sigue en la misma senda, según los cálculos del Ejecutivo comunitario.
Uno de los puntos fuertes de la reforma de la CE, que el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, persigue proteger las ayudas a los proyectos de energías limpias para blindarlas en caso de eventuales crisis económicas, tras comprobar que la inversión en renovables en Europa en 2015 fue un 80 % menor que la registrada en 2010, según datos de la CE.
El apartado dedicado a las renovables, como herramienta esencial para avanzar en la transición energética hacia una economía sin carbono en 2050, también permite los llamados "mecanismos de capacidad", es decir, sistemas de reserva (como una central térmica de gas) que permanece apagada pero de guardia para funcionar en caso de que no alcance la fuente principal de generación (eólica o solar, por ejemplo).
Se trata de uno de los puntos más criticados por los movimientos ecologistas, que consideran que la reforma de la CE es poco ambiciosa en general y, critican en particular los mecanismos de capacidad pues entienden que validan, de forma indirecta, las inversiones en combustibles fósiles llamadas a desaparecer.
Otro de los aspectos destacados del nuevo arsenal legislativo comunitario será el fomento del autoconsumo de los particulares.
La CE propone que se pueda volcar a la red el excedente energético a un precio determinado y vender el sobrante a otro consumidor o al mercado eléctrico.
Además, no se considerará productores de energía y por tanto tendrán un trato diferenciado quienes produzcan anualmente hasta 10 MWh, en el caso de los hogares, y hasta 500 MWh, en el de las empresas.
Según un borrador de la nueva legislación al que ha tenido acceso Efe, la propuesta abarcará también la eficiencia energética, que se aplicará tanto a edificios -en sistemas de calefacción y de enfriamiento- como a la mayoría de los electrodomésticos que se comercialicen en la UE, entre otros puntos.
El "paquete de invierno" también favorecerá las interconexiones eléctricas, el incremento de las renovables en calefacción o un aumento del peso de los biocombustibles de segunda generación en el transporte.
Según ha adelantado Cañete, quien califica la reforma de "revolución total", esta inyectará 190.000 millones de euros a la economía y creará 900.000 empleos, pero necesitará una inversión anual de 379.000 millones de euros de inversión a partir de 2021 para alcanzar los objetivos climáticos de la UE.
Una vez adoptado por los comisarios, el paquete legislativo tendrá que ser aprobado también por el Parlamento Europeo (PE) y por el Consejo Europeo, donde están representados los 28 Estados miembros de la UE.
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